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4 de diciembre de 2019

Matemática: el misterioso número 6174

6174 parece un número cualquiera. Sin embargo, lleva intrigando a matemáticos y entusiastas de la teoría de los números desde 1949.

¿Por qué?


Pues mira esto tan curioso.

1. Elije cualquier número de cuatro dígitos que esté formado por al menos dos dígitos diferentes, incluido cero, por ejemplo 1234

2. Organiza los dígitos en orden descendente, lo que en nuestro ejemplo quedaría 4321

3. Ahora, organiza el número en orden ascendente: 1234

4. Resta el número más pequeño del número más grande: 4321 - 1234

5. Y ahora repite los tres últimos pasos 

Vamos a hacerlo:
  • 4321 - 1234 = 3087
entonces organizamos los dígitos de 3087 en orden descendente y queda 8730, y en orden ascendente, 0378, y restamos:
  • 8730 - 0378 = 8352
nuevamente, organizamos los dígitos del resultado 8352, y los restamos:
  • 8532 - 2358 = 6174
Una vez más, en orden descendente -7641- y ascendente -1467-, y restamos:
  • 7641 - 1467 = 6174
Como puedes notar, de aquí en adelante no vale la pena seguir, pues sólo repetiríamos la misma operación. 

Tratemos con otro número. ¿Qué tal 2005?:
  • 5200 - 0025 = 5175
  • 7551 - 1557 = 5994
  • 9954 - 4599 = 5355
  • 5553 - 3555 = 1998
  • 9981 - 1899 = 8082
  • 8820 - 0288 = 8532
  • 8532 - 2358 = 6174
  • 7641 - 1467 = 6174
Resulta que no importa con cuál número comiences, siempre llegas a 6174 y a partir de entonces, la operación se repite, con el mismo resultado una y otra vez: 6174.

Kaprekar, un adicto a los números

A esto se le conoce como la Constante de Kaprekar pues quien descubrió la misteriosa belleza de 6174 y la presentó en la Conferencia Matemática de Madrás en 1949 fue Dattatreya Ramchandra Kaprekar (1905-1986), un adicto confeso de la teoría de los números. 

"Un borracho quiere seguir bebiendo vino para permanecer en ese estado placentero. Lo mismo ocurre conmigo en lo que respecta a los números", solía decir.

El artículo completo en: BBC Mundo
 

26 de noviembre de 2019

George Green: el molinero que revolucionó el electromagnetismo

El físico y matemático inglés George Green publicó sus primeros artículos con las suscripciones de sus vecinos mientras trabajaba en el molino familiar.

Una niña, frente al molino de la familia Green, actualmente convertida en museo de ciencia e historia.

A principios del siglo XIX, los científicos provenían de familias adineradas o de clase alta, que se podían permitir años de costosa educación para sus hijos. Sin embargo, la vida del matemático y físico George Green, responsable de grandes avances en el electromagnetismo y en la teoría de ecuaciones en derivadas parciales, fue muy diferente.

No se sabe exactamente cuando nació, pero fue bautizado el 14 de julio de 1793 en Nottingham (Inglaterra). En 1801, con ocho años, fue inscrito en la escuela de Robert Goodacre, una reputada institución privada. Pero apenas un año más tarde tuvo que abandonar su formación para trabajar en la panadería familiar; el negocio iba bien y querían expandirlo.

En 1807, su padre compró un terreno en una villa cercana a Nottingham y construyó un molino. En 1817 la familia Green se trasladó a una casa construida en la misma finca y George, con 24 años, se inició en el oficio de molinero. Durante estos años, estudió física y matemáticas de forma autodidacta. Aunque no está del todo claro cómo pudo acercarse a estas disciplinas con solo un año de escolarización, es posible que un vecino de Nottingham, John Toplis, le ayudara. En ese momento era la única persona en la ciudad con la formación suficiente en matemáticas para enseñar a Green (tradujo del francés el primer volumen de la Mécanique Céleste de Laplace en 1814), y además, vivía cerca de la familia antes de que se mudasen.


En 1823 Green se unió a la Biblioteca de Subscripción de Nottingham, lo que le dio acceso a revistas científicas como los Philosophical Transactions of the Royal Society, aunque sólo del ámbito nacional. Entre 1823 y 1828 nacieron sus primeros dos hijos, falleció su madre y trabajaba a tiempo completo, pero el tiempo del que disponía lo empleaba en estudiar en el piso superior del molino.

En 1828 publicó su primer trabajo, An Essay on the Application of mathematical Analysis to the theories of Electricity and Magnetism. Creyéndose un total aficionado, Green no lo envió a ninguna revista científica, sino que puso un anuncio en un periódico local anunciando su inminente publicación y pidiendo a la gente interesada en recibirlo que pagase una cuota para costear la producción de una tirada. El precio de la subscripción era 7,5 chelines, lo que equivalía aproximadamente al salario de una semana de un obrero. Aun así hubo 51 personas que respondieron al anuncio y recibieron su correspondiente copia, muchas de ellas pertenecientes a la Biblioteca de Subscripción de Nottingham. Aunque la inmensa mayoría no entenderían de que trataba el trabajo, alguna de las copias llegó a Sir Edward Bromhead, quien sí tenía los conocimientos adecuados para apreciarlo. Tras leerlo, se apresuró a escribir a Green ofreciéndole ayuda para futuras publicaciones.

Durante dos años no contestó, considerando que la carta había sido pura cortesía y que, dada la diferencia de clases sociales, hubiese sido de mala educación responder. Pero convencido por un amigo, finalmente lo hizo, dando comienzo a una importante colaboración. Entre 1830 y 1833 Green escribió otros tres artículos y Bromhead se encargó de que dos fueran publicados por la Cambrige Philosophical Society y el otro por la Edimburg Royal Society.

Bromhead le propuso viajar a la Universidad de Cambridge, conocer a importantes científicos, y comenzar sus estudios allí. Aun con ciertas dudas y tras sortear varias dificultades, Green dejó el molino –que años después se convertiría en un museo de ciencia en su honor- y comenzó a estudiar en la universidad a la edad de 40 años.

Se graduó en 1837, siendo el 4º de su promoción. En 1839 obtuvo un puesto de investigación en la universidad, pero a comienzos de 1840 cayó enfermo y tuvo que volver a Nottingham. Un año más tarde murió, con 49 años de edad. En el corto periodo que formó parte de la comunidad científica, ni Green ni sus compañeros supieron ver la importancia de sus matemáticas.

Pero con el paso del tiempo, su influencia en la ciencia fue creciendo: el concepto de potencial, que había ideado en su artículo de 1828, fue adoptado en la teoría del electromagnetismo (por ejemplo, en las ecuaciones de Maxwell) y en teoría de campos; las técnicas matemáticas que había desarrollado en ese mismo texto llevaron al enunciado del que hoy se conoce como Teorema de Green, y que aprenden en su primer año de carrera todos los estudiantes de física y matemáticas. También llevan su nombre las funciones de Green que ideó para resolver aproximadamente ecuaciones en derivadas parciales y que son una herramienta clave en la moderna teoría cuántica de campos. Sin duda, consiguió alcanzar su mayor sueño: contribuir a la ciencia.

Artículo tomado de: El País (Ciencia)
 

18 de junio de 2019

El mensaje que Albert Einstein envió a la Universidad de San Marcos (Perú)

“Vuestra acción muestra que la más antigua institución americana de alta enseñanza ha preservado el carácter supranacional de la Universidad”, dice parte de la carta escrita en 1951.

Albert Einstein, envió un mensaje a San Marco en mayo de 1951, por los 400 años de fundación de la universidad y luego que esta le otorgara el doctorado Honoris Causa. Aquí reproducimos el mensaje:
“Constituye un gran placer para mí el dar a mis colegas de la Universidad de San Marcos las sentidas gracias por la distinción que me ha otorgado. Vuestra acción muestra que la más antigua institución americana de alta enseñanza ha preservado el carácter supranacional de la Universidad. Ahora más que nunca tenemos razones para apreciar este espíritu. La institución de la universidad se basa en el ideal de universalidad del dominio de la investigación, esforzándose por obtener verdades libres de propósitos, intenciones o prejuicios extraños; esforzándose por lograr universalidad de espíritu sin restricciones por motivos nacionales o políticos, de otra clase. En resumen, lo que interesa es esforzarse por la universalidad de la mente y el espíritu. No es un secreto que hemos obtenido mucho más éxito en el desarrollo de la mente que en el desarrollo de la personalidad. Al parecer, incluso la búsqueda del conocimiento es amenazada por la falta de personas de espíritu verdaderamente universal. Si las universidades se mantienen fieles a su misión fundamental, pueden contribuir significativamente a la solución de las crisis que nos amenazan hoy”.
Tomado de: Publimetro

1 de mayo de 2019

Emmy Noether, la fundadora del álgebra moderna

La alemana fue en 1932 la primera conferenciante plenaria en un Congreso Internacional de Matemáticos. Sesenta años más tarde fue invitada la segunda, Karen Uhlenbeck, recientemente galardonada con el Premio Abel.


El álgebra es una de las áreas fundamentales de las matemáticas, junto con el análisis, la geometría, la topología o la probabilidad. Es la disciplina que se dedica al estudio de los conjuntos (es decir, colecciones de elementos), sus operaciones y sus propiedades, y hoy en día abarca numerosos enfoques. No obstante, hasta hace poco más de un siglo, el álgebra se limitaba básicamente a resolver ecuaciones polinómicas (como 7x³ +2x² - 3x + 8 = 0). Durante los últimos 150 años el álgebra ha experimentado un desarrollo espectacular, gracias al trabajo de un buen número de matemáticos como Evariste Galois, David Hilbert, Ernst Kummer, Bernhard Riemann, Felix Klein, Paul Gordan o Richard Dedekind. Sin embargo, el impulso definitivo vino de la mano o, mejor dicho, de la mente, de una mujer: Emmy Noether.

Noether nació en 1882 en Baviera (Alemania), en el seno de una familia en la que las matemáticas estaban muy presentes: su padre, Max Noether, era profesor de la materia en la Universidad de Erlangen-Nuremberg, y la visita a su domicilio de algunos de sus colegas era habitual. Pese a ello, durante su niñez y juventud, Emmy Noether no mostró un especial interés por las ciencias. En su lugar, se dedicó principalmente al estudio de idiomas, con la idea de ser maestra en alguna escuela femenina.

En 1900 se matriculó en estudios de historia e idiomas en la Universidad de Erlangen-Nuremberg. Era una de las dos únicas mujeres entre sus casi 1000 alumnos, y para asistir a cada una de las clases necesitaba un permiso especial previo del profesor a cargo de la misma. Sin embargo, Noether fue cambiando poco a poco sus intereses. Primero, comenzó a asistir a clases de astronomía y a partir de 1904 aparece matriculada oficialmente en estudios de Matemáticas.

En 1908 defendió su tesis bajo la dirección de Paul Gordan en la llamada teoría de invariantes, que estudia objetos que quedan fijos tras aplicarles una transformación algebraica. Rápidamente Noether se convirtió en una reputada experta en este campo que en aquellos años estaba en auge ya que servía para explicar algunos aspectos matemáticos de la teoría de la relatividad de Einstein. En ese sentido, cabe destacar el Teorema de Noether, que determina la relación entre leyes de conservación físicas y los invariantes del sistema.

4 de abril de 2019

La dolorosa vida y la enigmática muerte del verdadero ‘Dumbo’, el elefante triste

Tim Burton estrena mañana una nueva versión sobre la primera estrella del mundo animal moderno. La historia real del verdadero paquidermo en el que se inspiró el cine fue de lo más trágica.


Alcohólico, locamente enamorado de su mánager y muerto en extrañas circunstancias. Con estos datos podríamos estar hablando de cualquier estrella del rock, pero no: es la vida de Jumbo, el elefante más famoso de la historia que inspiró el clásico infantil de Disney y el remake que ahora se estrena (29 de marzo). La nueva versión se llama Dumbo y está dirigida nada menos que por el personalísimo Tim Burton y protagonizada por Colin Farrell, Danny DeVito y Michael Keaton.

A Jumbo, el verdadero, lo capturaron en Abisinia en 1862. Hay pocas dudas de que, para hacerlo, mataron primero a su madre, que a buen seguro lo intentó proteger. Por entonces, tenía dos años y medio. Lo bautizaron como Jumbo, que significa “hola” en suajili. Nadie pensó que llegaría con vida a París, el primer lugar donde hizo escala. Pero lo hizo, aunque en un estado lamentable. Pronto lo canjearon con el zoo de Londres a cambio de un rinoceronte.

Llegó a Londres en 1865. Por entonces, tener un elefante africano (y tan grande) era toda una rareza. Los zoológicos tenían muchos asiáticos, de menor tamaño y considerados dóciles. Los elefantes africanos, sin embargo, arrastraban fama de violentos y rebeldes. El director del zoo de Londres, Abraham Bartlett, sin embargo, lo quería a toda costa, a pesar de que Jumbo estaba más cerca del cementerio que otra cosa, tal y como dejó escrito: “Nunca había andado por los caminos de Dios una criatura más deplorable y enferma”.

Bartlett puso al cuidado del elefante a un trabajador llamado Matthew Scott. No tenía demasiada experiencia y era un tipo realmente singular. Tan solitario como Jumbo, no dudó en dormir con él en la jaula durante seis meses, creándose entre los dos un vínculo emocional que solo separaría la muerte. Scott conseguiría que Jumbo sanara; a cambio, el paquidermo era incapaz de permanecer mucho tiempo alejado de su cuidador. Scott contaría su relación en sus memorias, pero hoy sabemos que el amor que sentía Jumbo por su cuidador no es insólito entre los elefantes, animales tremendamente sociales y que necesitan interactuar constantemente con otros de su especie. A Jumbo le buscaron una pareja, llamada Alice, pero el animal prefería la compañía de su cuidador.

Lea el artículo completo en El País (España)

12 de febrero de 2019

La quiropráctica es una pseudociencia

Por J. M. Mulet

Cuando el ser humano se puso de pie, comenzó a dolerle la espalda. Un problema que dura milenios. La quiropráctica asegura que puede eliminarlo manipulando la espina dorsal. No es una buena solución.


Cuando el ser humano se puso de pie, comenzó a dolerle la espalda. Un problema que dura milenios. La quiropráctica asegura que puede eliminarlo manipulando la espina dorsal. No es una buena solución

PROBABLEMENTE DOS DÍAS después de que los antepasados de la actual especie humana anduvieran a dos patas, ya les dolía la espalda. La columna vertebral es un complejo de vital importancia, no solo para mantenernos erguidos. Si el cerebro es la CPU (la unidad central de procesamiento) de nuestro sistema nervioso, la columna vertebral es la autopista de la información por donde van los nervios que distribuyen las órdenes y recogen las señales de todo el organismo por debajo de la barbilla. Por eso cualquier problema que tengamos con la espalda, además de molesto por no permitirnos funcionar con normalidad, suele ser doloroso y puede afectar a diferentes partes del cuerpo si se produce el pinzamiento de algún nervio. Y dado que el hombre lleva milenios lidiando con ese dolor, desde que tenemos memoria ha habido gente que ha tratado de darle solución, de forma más o menos válida.

Dentro del curanderismo o de las medicinas tradicionales siempre ha habido una especialidad que se basaba en arreglar huesos. En Galicia existían los compoñedores d’osos; en la cultura mapuche de Chile, los gütamchefes; en Francia, los rebouteux, incluso algunos con nombre propio. En el siglo XVIII, en Londres, una curandera llamada Sarah Mapp, conocida como Sally la Loca, era famosa por su maña para arreglar huesos. Con estos antecedentes populares, es lógico que alguien quisiera legitimar el oficio. En 1895, en Estados Unidos, Daniel David Palmer, personaje con una oscura biografía que incluía varias etapas en la cárcel por hacerse pasar por médico sin serlo, tuvo un momento de inspiración. Según relató él mismo, manipulando la columna curó a un vecino suyo llamado Harvey Lillard, que se había quedado sordo 17 años atrás por un tirón muscular. Luego, siguiendo esa misma técnica, curó un problema cardiaco de otro paciente. Con estas premisas, abrió la primera escuela de quiropráctica en Davenport (Iowa). Según él, toda la energía humana fluía por la columna y la causa de las enfermedades (óseas o no) se debía a problemas en ella. Él podía detectar unas lesiones desconocidas por la ciencia hasta ese momento, llamadas subluxaciones, y arreglar desde un dolor de espalda hasta un cáncer manipulando vértebras.
Protege tu columna vertebral
El método inventado por Palmer fue un éxito, pero no así su final. Con las ganancias se compró el primer automóvil de su pueblo, con el que fue atropellado por su hijo en 1913, en un extraño accidente. El hijo heredó la escuela de quiropráctica y se encargó de hacerla universal. Diseñó unas extrañas máquinas y contrató programas de radio para difundir las bondades de su técnica. Así fue como la quiropráctica llegó a Europa en 1925. El problema es que en casi 100 años de existencia no ha podido contrastar ninguna de sus afirmaciones. De hecho, la historia del primer paciente parece ser un invento de Palmer. ¿Una sordera a consecuencia de un tirón muscular? Raro. ¿Y que se arregle manipulando la columna? Solo hace falta coger un espejo y ver dónde están el cerebro, el oído y la columna para comprobar que los nervios del oído no van por esta última.

Sin embargo, ello no ha sido impedimento para que las ideas de Palmer sigan teniendo predicamento. De hecho, en Estados Unidos se ha desarrollado toda una carrera académica propia, paralela a una carrera oficial. Hay escuelas de quiropráctica que reparten títulos en plan “yo me lo guiso, yo me lo como”, así que de la misma forma que es frecuente que un médico anglosajón ponga las siglas M. D. después de su nombre, o alguien que tiene un doctorado en alguna disciplina ponga Ph. D., un quiropráctico suele poner Bs. D. C., que parece que sea un título oficial aunque no lo es. Si tienes un problema serio, estás perdiendo el tiempo con algo que no es efectivo. En la quiropráctica, las manipulaciones de cuello tan agresivas que en ocasiones se realizan pueden ser peligrosas. Así que para los dolores de espalda, un buen médico o un buen fisioterapeuta. Y el cuello, nada de girarlo violentamente.

Fuente: El País (España)
 

16 de octubre de 2018

La parodia de los Nobel premia a un médico japonés que se hizo una colonoscopia a sí mismo

Los premios Ig Nobel, los galardones más gamberros de la ciencia, premiaron en su 28ª edición al doctor japonés Akira Horiuchi por describir en un informe médico la colonoscopia que se realizó a sí mismo (solo el dibujo ilustrativo merece la pena). "En nuestra experiencia personal, la autocolonoscopia demostró ser no solo posible sino también simple y eficiente", concluyó Horiuchi en su trabajo, que ha merecido el galardón en la categoría de Educación Médica. "El hecho de que la colonoscopia fue sorprendentemente fácil con el paciente en posición sentada sugiere que se justifican estudios para comparar posiciones sentadas versus supinas con endoscopios diferentes", añadía el médico. Este premio, en el que el científico es el sujeto de estudio, recuerda al premiado en 2015 por picarse con abejas por todo el cuerpo, incluido el pene, para probar dónde era más doloroso.

Como casi cada año, España ha vuelto a destacar en los premios más reconocidos y menos prestigiosos de la ciencia mundial. Algo así como los Nobel de coña, los Ig Nobel se entregan cada año en Harvard entre risas y premian los trabajos científicos más hilarantes. En esta ocasión, los españoles galardonados con el Ig Nobel de la Paz han sido un grupo de investigadores de tráfico de la Universidad de Valencia por "medir la frecuencia, la motivación y los efectos de gritar e insultar al conducir un automóvil". Así, España aumenta la ventaja de sus premios de broma frente a los Nobel reales.

El premio de Medicina fue para dos investigadores de EE UU que estudiaron el uso de montañas rusas para tratar de acelerar la expulsión de cálculos renales. Su conclusión, tras usar un modelo 20 veces en Florida, en la atracción Big Mountain de Disneyworld, fue que el asiento trasero de la montaña rusa es el lugar que más ayuda. La idea no era del todo ridícula: en su estudio, los investigadores señalan que decidieron estudiarlo después de que un número notable de pacientes asegurara haber expulsado el cálculo tras subir precisamente a esa atracción. En concreto, uno de ellos decidió repetir después de expulsar una piedra nada más bajar... y expulsó una segunda piedra. Como dicen siempre en estos premios, son estudios que "primero te hacen reír y luego pensar".

La categoría de Antropología fue para un equipo internacional por recoger evidencias, en un zoológico, de que los chimpancés imitan a los humanos con la misma frecuencia y con tanto acierto como los humanos imitan a los chimpancés.

El Ig Nobel de Biología fue para un grupo de varios países que mostró cómo los expertos catadores de vino eran capaces de detectar la presencia de una mosca en la copa de vino únicamente por el olor.

El Ig Nobel de Literatura se lo llevó un trabajo de expertos en diseño industrial que documentaron que la mayoría de la gente que usa productos complicados no lee el manual de instrucciones.

En Economía, el premio fue para unos especialistas de universidades de EE UU y Canadá que estudiaron si es efectivo para los empleados apuñalar muñecos de vudú para tomar represalias contra los jefes explotadores. El resultado fue que, cuando los empleados se vengan contra un muñeco que representa al jefe, la sensación de injusticia se mitiga.

El artículo completo en: El Mundo (Ciencia)

18 de septiembre de 2018

El anciano de la URSS que derrotó a un batallón de alemanes

Matvey Kuzmin, al que todos llamaban “Biriuk” (lobo solitario), era un anciano de 83 años que vivía en una cabaña de madera en los bosques que rodeaban su pueblo natal, Kurakino (Rusia). En 1942, alejado del mundanal ruido y en plena ofensiva nazi sobre Rusia, sus únicas preocupaciones eran cazar, pescar, recoger leña… Hasta que un día se topó con un batallón de la 1ª División de Montaña del ejército alemán.

El comandante alemán le ofreció comida, queroseno y un rifle de caza nuevo a cambio de guiarlos por el bosque y poder sorprender al ejército rojo por la retaguardia. Kuzmin aceptó el trato… o eso hizo creer a los nazis. Aunque Kuzmin no simpatizaba con el régimen stalinista, tampoco era un traidor. Mientras los alemanes planificaban la estrategia de ataque, Kuzmin consiguió avisar a Vasilij (hay versiones que dicen que era su hijo y otras que su nieto) de su plan: atravesarían el bosque, por la ruta más difícil para agotarlos, hasta las cercanías de Malkino donde había un lugar idóneo para que el ejército rojo, avisado por Vasilij, los emboscase.

Tras varias horas de marcha, con la nieve hasta las rodillas, agotados y temblando de frío llegaron al punto elegido para la emboscada. Si Vasilij no había llegado a tiempo o no había podido avisar a los rusos… estaba perdido. De repente, los rusos salieron de su escondite y comenzaron a disparar sus ametralladoras… los alemanes habían caído en la trampa. En medio de la refriega, y antes de caer abatido, el oficial alemán mató a Kuzmin. Sólo unos pocos alemanes pudieron huir de aquella encerrona.

La historia de Kuzmin pasó sin pena ni gloria hasta que el periodista de Pravda, Boris Polevoy, escribió el artículo “El último día de Matvey Kuzmin” que luego se convertiría en un cuento infantil.

En 1965 fue nombrado, a título póstumo, Héroe de la Unión Soviética, convirtiéndose en la persona de más edad que recibe esta condecoración.

Fuente: Historias de la Historia


Cuando la cerveza Guinness salvó a Irlanda durante la Segunda Guerra Mundial

A los beneficios ya conocidos del consumo moderado de cerveza, hoy vamos a añadir el de ser la responsable de que Irlanda pudiese mantener su neutralidad durante la Segunda Guerra Mundial.

Arthur Guinness, fundador de la cerveza Guinness en Dublín (Irlanda) en 1759, fue un empresario atípico para la época -incluso lo sería hoy en día-. Además de preocuparse de que su negocio fuese rentable, también se preocupó del bienestar de sus trabajadores y de los más necesitados de la sociedad: fundó organizaciones benéficas, construyó viviendas sociales para los más pobres… Sus herederos mantuvieron la política del fundador: todos los trabajadores que lucharon en la Primera Guerra Mundial recuperaron sus puestos de trabajo cuando regresaron a casa y, durante este tiempo, sus familias recibieron la mitad del salario habitual de estos trabajadores; a finales de los años 20, su salario era un 20% mayor que en la competencia, disponían de becas para la educación de los hijos, tenían cubiertos los gastos médicos… algo así como los trabajadores del tío Google en la actualidad. Durante la Segunda Guerra Mundial, Guinness prometió a todos los soldados británicos que tendrían una botella de su cerveza negra el día de Navidad. Incluso trabajadores ya jubilados se presentaron como voluntarios en las fábricas para ayudar a cumplir aquella promesa.

En 1939, al estallar la Segunda Guerra Mundial, el Primer Ministro Eamon De Valera declaró la neutralidad de Irlanda. Aquella decisión nos gustó nada en Londres y provocó el enfado de Winston Churchill, en aquel momento Primer Lord del Almirantazgo. A pesar de todo, Irlanda mantenía su independencia política y nada se podía hacer desde Londres… o eso creía De Valera. En 1940, y ya como Primer Ministro, Churchill comienza su jugada maestra para obligar a Irlanda a romper su neutralidad y poder utilizar los estratégicos puertos irlandeses.


Su macabro plan consistía en estrangular la economía irlandesa, con escasos recursos naturales y peligrosamente dependiente de los suministros británicos. Para ello, Churchill ordenó cortar los suministros de fertilizantes, gasolina, carbón… e incluso cereales. La economía irlandesa se derrumbó y el hambre comenzó a instalarse entre sus habitantes. En 1941 la situación de Irlanda era desesperada y De Valera comenzaba ya a plantearse ceder ante la pretensiones de Churchill, cuando apareció en escena Guinness. En marzo de 1942, en un esfuerzo por preservar el cereal para el pan, el gobierno irlandés impuso restricciones y prohibió la exportación de cerveza. Algo que en teoría poco o nada afectaba al plan de Churchill, dio un giro de 180º cuando las tropas británicas comenzaron a protestar por la escasez de Guinness (incluso hubo disturbios callejeros en Belfast). Por aquello de mantener la moral alta de los soldados, el gobierno británico volvió a suministrar cereal para mantener las exportaciones de cerveza. De Valera entendió que la Guinness era su baza para recuperar los suministros y su economía. Al poco tiempo, volvieron a prohibir la exportación alegando que no tenía suficiente carbón para seguir manteniendo la producción. Los británicos volvieron a suministrar carbón. Poco a poco, y manteniendo este patrón de intercambio, Irlanda consiguió recuperar los suministros, su economía y mantenerse neutral… a pesar de Churchill.

Tomado de: Historias de la Historia

15 de septiembre de 2018

¿Qué importancia tuvo el matemático Doodson en el desembarco de Normandía?

El desembarco de Normandía (6 de junio en 1944), conocido como el Día D, marcó el inicio de la liberación de la Europa occidental ocupada por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.


Hitler siempre tuvo claro que se produciría un desembarco aliado en la costa atlántica francesa, concretamente en la zona del canal de La Mancha. Igual que hicieron con el cadáver encontrado en Huelva, que le costó Sicilia, la inteligencia aliada logró engañar a Hitler para hacerle creer que el desembarco de Normandía era una maniobra de distracción y que el verdadero se produciría en Calais (casi 400 Km. más al Norte).

Hitler encargó la defensa de la costa francesa a Erwin Rommel, Zorro del Desierto. Rommel mandó plantar minas, alambre de púas y obstáculos, a modo de la defensa devil’s garden (el jardín del infierno) en El Alamein (Egipto), e hizo un estudio de las mareas. Con la marea alta las defensas quedaban cubiertas y su efectividad era nula. Así que, ideó unos obstáculos que pudiesen dañar el casco de las lanchas de desembarco incluso sumergidos.

Para los americanos hubiese sido mejor, como pensaba Rommel, atacar con la marea alta para tener menos playa que cruzar bajo el fuego enemigo, pero las trampas del Rommel podrían destrozar las lanchas y quedar varadas en la playa impidiendo el desembarco del resto de las tropas. Por tanto, la mejor situación era aquella en la que la marea estuviese lo suficientemente baja que no cubriese la trampas para que los equipos de demolición las localizasen y abrir un pasillo para el desembarco, pero lo suficientemente alta para que las lanchas pudiesen descargar las tropas y luego salir sin peligro de quedar varadas por la marea baja.


El conocimiento exacto de las mareas era una cuestión demasiado importante como para dejarla al azar. Aquí es donde interviene nuestro protagonista el matemático británico Arthur Thomas Doodson. Los aliados consultaron con expertos, entre los que se encontraba Doodson, para conocer las mejores fechas para el desembarco. Doodson había construido una máquina para la predicción de las mareas, que siguió utilizándose hasta los años 60 con la llegada de los ordenadores. Con la máquina de Doodson se calculó que las fechas ideales para el desembarco eran del 5 al 7 de junio. Y se decidieron por el 6 de junio, día de mi cumpleaños.

Al inicio del film Rescatando al Soldado Ryan, podemos ver una excelente recreación del desembarco en Normandia:


Tomado de: Historias de la Historia

Y eso es todo amigos

¡Hasta la próxima!

Lic. Leonardo Sánchez Coello
leonardo.sanchez.coello@gmail.com
 

13 de septiembre de 2018

Oferta para españoles en URSS: alojamiento y comida gratis, jornada de 8 h. remuneradas en clima templado

Aunque el título de este artículo pueda parecer una oferta de trabajo, es un ofrecimiento de rendición hecho por la URSS a los españoles de la División Azul, la unidad de voluntarios españoles que sirvió en la Wehrmacht entre 1941 y 1943 durante la Segunda Guerra Mundial.


Lee esta hoja y pásala a tu compañero.
El Gobierno de la U.R.S.S.

Observa estrictamente todas las leyes internacionales en relación con los prisioneros de guerra. De acuerdo con la decisión del Gobierno Soviético Nº 1.798 del 1 de julio de 1.941, y la orden del Comisario de Defensa de la URSS Stalin, nº 55 del 23 de febrero de 1.942, a todo el que se entrega prisionero, el Ejército Rojo le garantiza la vida y el regreso a la patria después de terminada la guerra. Todos los prisioneros están alojados en campos especiales, visitados por representantes de la Cruz Roja Internacional. Los campos para los prisioneros de guerra españoles están situados en regiones de clima templado.

La jornada de trabajo para los prisioneros es de 8 horas.El trabajo es pagado.

A los prisioneros de guerra españoles en la URSS se les dá 3 comidas calientes al día, 400 gramos de pan, para los que trabajan 800 gramos, 300 gramos de verduras y patatas, embutidos, carne, pescado, azúcar, té y tabaco.

Los prisioneros tienen derecho a mantener correspondencia con sus familiares a través de la Cruz Roja Internacional. Esta hoja sirve de salvoconducto para presentar al Ejército Rojo.

Fuente: Historias de la Historia

Pepsi: la primera empresa extranjera en ser comercializada en la URSS

El 2 de diciembre de 2010 PepsiCo (la multinacional estadounidense que produce y distribuye el refresco Pepsi) invirtió 3.800 millones de dólares en la compra del 66% de Wimm-Bill-Dann, la mayor compañía rusa de productos lácteos. Y aunque muchas analistas consideraron que Pepsi estaba pagando un precio demasiado alto, la relación comercial entre Pepsi y URSS -ahora Rusia- ha dado lugar a acuerdos comerciales que podemos calificar como “curiosos”. Todo comenzó en la Exposición Nacional Americana, celebrada en Moscú en el verano de 1959, tras otra exposición similar de la URSS que tuvo lugar unos meses antes en la ciudad de Nueva York. Con aquellas exposiciones se trataba de reducir las tensiones derivadas de los primeros años de la Guerra Fría, pero la delegación estadounidense, con el por entonces vicepresidente Richard Nixon a la cabeza, no desaprovechó la oportunidad de promocionar la sociedad de consumo y el estilo de vida estadounidense frente al régimen comunista.


Nikita Kruschev, el máximo dirigente soviético, y Richard Nixon recorrían la muestra cuando llegaron a las proximidades del stand de Pepsi. Ya fuese por la elevada temperatura -era el mes de julio- o por tener que aguantar la charla de Nixon, el caso es que Donald Kendall, vicepresidente de marketing de Pepsi, se dio cuenta de que Kruschev estaba sudando, cogió un vaso de su refresco y se lo ofreció al dirigente soviético. La instantánea de aquel momento fue el mejor anuncio publicitario de Pepsi. Kendall entendió que la Unión Soviética era un enorme mercado en potencia y, además, donde su competidor Coca-Cola no había logrado penetrar. Así que, se aferró a la idea de convertir a Pepsi en el primer producto extranjero que se vendiese en la URSS. Tras varios años de negociaciones y con el apoyo de Richard Nixon, presidente desde 1969, en 1972 Donald Kendall (presidente de Pepsi desde 1963) firmó el acuerdo con las autoridades soviéticas. Pero todavía había un problema, el rublo no podía ser intercambiado en el mercado internacional. Entonces, ¿cómo podrían pagar los soviéticos los refrescos enviados desde EEUU para su comercialización? Pues con un acuerdo que se pone de ejemplo en las Escuelas de Comercio del llamado countertrade (comercio compensado). Se acordó que los soviéticos pagarían con vodka, convirtiendo a Pepsi en el importador exclusivo del vodka Stolichnaya para el mercado estadounidense.


El siguiente paso a la comercialización del refresco en la Unión Soviética fue la inauguración en 1974 de la primera planta de Pepsi en Novorossiysk (ahora ya cuenta son decenas). Pero no todo iba a ser un camino de rosas, en los años 80 las cosas se complicaron para Pepsi. Aunque más tarde el problema se solucionó, al no participar los Estados Unidos como protesta por la invasión de Afganistán, en 1980 se iban a celebrar los Juegos Olímpicos en Moscú y Coca-Cola tenía los derechos de explotación desde los Juegos de 1924. Además, el 23 enero de 1985 las autoridades soviéticas autorizaron la comercialización de la Coca Cola. Aunque al comienzo la Coca Cola era exportada y sólo se podía comercializar en tiendas para turistas, se había roto el monopolio y Kendall entendió que debía moverse. Se reunió con las autoridades soviéticas para estudiar nuevos tratados comerciales, pero ahora con la presión de su gran competidor acechando. En 1989 se firmó un nuevo countertrade por el que Pepsi se hacía con 17 submarinos de guerra, un crucero, una fragata y un destructor. De esta forma, la URSS limpiaba su obsoleta Armada y Pepsi se convertía durante unos días en la sexta potencia militar más grande del mundo en número de submarinos. De hecho, se cuenta que Donald Kendall le dijo a Brent Scowcroft, asesor de seguridad nacional del presidente Bush (padre)
Estamos desarmando a la Unión Soviética más rápido que vosotros.
Lógicamente, aquella situación sólo duró unos días ya que fueron vendidos a una compañía sueca para el reciclaje de chatarra. A comienzos de los noventa, con la Perestroika de Gorbachov y la posterior desintegración de la Unión Soviética, Pepsi no pudo mantener su posición dominante y Coca-Cola pudo introducirse en el mercado ruso, superando su cuota de mercado a la de Pepsi en 2005.

Tomado de: Historias de la Historia

12 de septiembre de 2018

Liga de las Mujeres Solitarias, consuelo y alivio de los soldados alemanes

Si importantes son los soldados y las armas en cualquier guerra, la historia ha demostrado que no lo son menos las labores de espionaje, propaganda o sabotaje que, normalmente, se llevan a cabo tras las líneas enemigas. La Office of Strategic Services (OSS) en EE.UU y el Special Operations Executive (SOE) en el Reino Unido fueron los servicios encargados de estas labores durante la Segunda Guerra Mundial. El OSS se dividía en varias secciones: SI (Secret Intelligence), SO (Special Operations), OG (Operational Groups)… y el MO (Morale Operations), en el que nos centraremos.


Las tareas del MO iban encaminadas a minar la moral de las fuerzas del Eje… una guerra psicológica. Una de sus principales bazas era la difusión de panfletos con mensajes subversivos entre las filas enemigas, ya fuese mediante “bombardeos“, pegados en las paredes por miembros de la resistencia o agentes infiltrados, enviados por correo… cualquier cosa para que los soldados enemigos se cuestionasen aquella guerra e incluso llegasen a desertar. Dentro del MO, destacó una mujer por su ingenio y la originalidad de sus propuestas, Barbara Lauwers Podoski. Božena Hauserová (que así se llamaba) nació en 1914 en Brno (hoy República Checa), estudió en la Universidad de París y se graduó en la Facultad de Derecho en Brno. En 1938, tras casarse con el estadounidense Charles Lauwers y ante la ocupación alemana de Checoslovaquia, decidieron abandonar Europa y se trasladaron al Congo belga. Tres años más tarde, y ya en Nueva York, Charles fue llamado a filas y Božena, ahora Barbara, se trasladó a Washington DC para trabajar en la embajada checoslovaca. El 1 de junio de 1943 se incorporó al Women’s Army Corps (WAC) y gracias a su facilidad con los idiomas -hablaba inglés, alemán, francés, checo…- fue seleccionada para formar parte del MO. Después del correspondiente entrenamiento, fue enviada a Italia a comienzos de 1944 para trabajar como agente de campo tras las líneas enemigas.

En Italia creó un entramado de agentes, miembros de la resistencia e incluso prisioneros alemanes contrarios al Führer para hacer correr noticias falsas, distribuir propaganda contra Hitler… cualquier cosa valía para minar la moral de soldados alemanes, incluso la League of Lonely War Women (Liga de las Mujeres Solitarias de la Guerra), Verein Einsamer Kriegerfrauen en alemán. Barbara decidió crear esta Liga, que nunca existió, para atacar directamente la entrepierna de los alemanes. Redactó esta carta en alemán y dejaron miles de copias olvidadas en lugares frecuentados por los enemigos:


Verano 1944
¡Querido soldado de primera línea! […]
¿Cuándo vas a ser capaz de olvidar por un tiempo tus deberes como soldado para tener unos días de alegría, felicidad y amor? En casa sabemos de tu heroica lucha. Entendemos que incluso los más valientes se cansan alguna vez y necesitan un descanso, una almohada suave y un poco de ternura.
TE ESTAMOS ESPERANDO:
Para ti que tienes que pasar tus permisos en una ciudad extranjera; para quienes la guerra ha privado de su hogar; para ti que estás solo sin una esposa, una novia o una amiga.
TE ESTAMOS ESPERANDO:
Cortar nuestro símbolo de esta carta [los corazones de la parte inferior izquierda]. En cada café, en cada bar cerca de una estación de ferrocarril, lo colocáis en el cristal de modo que se puede ver con claridad. Un miembro de la VEK contactará con vosotros. Los sueños y las fantasías que tienes en tus noches de soledad, se cumplirán … Te queremos a ti, no a tu dinero. Por lo tanto, siempre debe mostrar su tarjeta de afiliación (a cualquier persona que pueda acercarse a ti). Hay miembros en todas partes, porque las mujeres lo entendemos como un deber con la patria y con sus defensores.
No sólo lo hacemos como un deber -hemos sido separadas de nuestros hombres durante muchos años- con tantos extranjeros que nos rodean, nos gustaría una vez más sentir la juventud de los soldados alemanes en nuestro seno. No seas tímido. Tu esposa, tu hermana o tu amante son una de nosotras también.
Pensamos en ti  y en el futuro de Alemania.
Asociación de Mujeres Solitarias de la Guerra.
Con esta carta, Barbara pretendía que los casados o con hijas desertasen para regresar a casa y detener aquella locura, y que los soldados solitarios utilizasen sus permisos para volver a Alemania en busca de un poco de consuelo. Tanto éxito tuvo, que incluso el Washington Post se tragó la existencia del tal organización  y publicó una noticia el 10 de octubre 1944  “los soldados alemanes en excedencia del frente italiano sólo necesitan ponerse un corazón entrelazado en la solapa durante sus permisos para encontrar una novia“. Pero la jugada maestra de Barbara, que además le sirvió para ser condecorada con la Estrella de Bronce, ocurrió en 1945. Cuando estaban interrogando a un sargento alemán, éste se percató de su procedencia y se jactó de que la Wehrmacht estaban utilizando a sus compatriotas para el trabajo sucio y las misiones más peligrosas. Así que, Barbara decidió utilizar esa información para su próximo objetivo: los soldados checoslovacos que luchaban junto a los alemanes en el norte de Italia. Imprimieron cientos de octavillas en checo y eslovaco y las hicieron llegar a sus compatriotas. De todos los checoslovacos que abandonaron el frente y cruzaron las líneas para entregar las armas, unos 600 llevaban en sus bolsillos la octavilla redactada por Barbara.

Ella y su primer marido se divorciaron durante la guerra. Cuando terminó la guerra, regresó a los Estados Unidos y se volvió a casar en 1954 con Joseph Junosza Podoski. Trabajó en la Academia Nacional de Ciencias en Washington y en la Biblioteca del Congreso como analista de investigación. Falleció el 16 de agosto de 2009 a la edad de 95 años.

Tomado de: Historias de la Historia

La rusa que se compró un tanque para vengar a su marido en la Segunda Guerra Mundial

Detrás de todas las guerras hay millones de historias de sufrimiento, muerte y desesperación. Esposas, maridos, hijos, padres… han tenido que resignarse ante la pérdida de un ser querido… o no, como el caso de la rusa Mariya Oktyabrskaya. Perdió a su marido durante la Segunda Guerra Mundial y decidió no quedarse llorando la pérdida de su esposo… empleó todos sus recursos para vengarse de los alemanes.


Mariya nació en 1905 en un pequeño pueblo de la región de Crimea. De familia humilde de campesinos y con 9 hermanos, tuvo que compaginar la escuela con el trabajo en una fábrica de conservas para ayudar a la economía familiar. Tras completar sus estudios en la escuela secundaria, consiguió trabajo como operadora de una centralita telefónica… hasta que con apenas 20 años se cruzó en su camino un apuesto oficial del Ejército Rojo. Se casaron y Mariya lo dejó todo para acompañar a su esposo a los diferentes destinos y bases militares donde fue enviado. La vida castrense permitió a Mariya familiarizarse con el manejo de las armas, conducir vehículos militares, aprender nociones básicas de primeros auxilios y participar en los reuniones y asociaciones de los esposas de los oficiales. Todo cambió con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial y, sobre todo, con la ofensiva alemana para invadir la Unión Soviética en 1941 (Operación Barbarroja). El esposo de Mariya fue trasladado al frente y las mujeres de los militares fueron enviadas a Tomsk (Siberia), lejos de los combates. Tras casi dos años esperando noticias de su marido, llegó aquel fatídico día: su marido había muerto en Kiev en agosto de 1941, apenas unas semanas después de separarse. El resto de esposas se resignaban y lloraban la pérdida de sus maridos, pero ella no… Mariya juró venganza.

¿Qué podía hacer ella? Vendió todas sus posesiones y financiación la compra un tanque T-34 para donarlo al Ejército Rojo, pero con una condición: ella sería la conductora. Y así lo expuso por carta al Comité Estatal de Defensa. Aunque sorprendidos por tan extraña propuesta, vieron en aquel gesto un buen gancho publicitario para implicar a la población en general, y a las mujeres en particular, en la lucha contra el ejército invasor. Aprobaron la petición de Mariya y fue alistada como conductor-mecánico en la Brigada nº 26 de Tanques de la Guardia. Tras un período de instrucción de cinco meses, con las dudas de sus compañeros de instrucción y, en ocasiones, alguna broma que otra, en octubre de 1943 Mariya iba a tener su bautismo de fuego a los mandos de Fighting Girlfriend (Compañera de armas), así llamaba a su tanque y así lucía una inscripción en la torreta del T-34 (lógicamente, en ruso). Las burlas de sus compañeros se convirtieron en admiración cuando su brigada combatía en el área de Smolensk: Fighting Girlfriend rompió la formación y se lanzó contra las filas enemigas destruyendo varias piezas de artillería y haciendo huir a los alemanes.


Tras un pequeño tirón de orejas de sus superiores por aquel acto de indisciplina, no les quedó más remedio que reconocer el valor de aquella mujer, otrora un simple reclamo publicitario. También sería uno de los protagonistas cuando los soviéticos recuperaron la ciudad de Nóvoie Selo en noviembre de 1943. Mariya parecía no temer a la muerte, era osada y, también, indisciplinada… tenía demasiadas papeletas para no sobrevivir a la guerra: la noche del 17 de enero de 1944, en una operacion contra una posición fortificada de los alemanes, una bomba antitanque destrozó las cadenas oruga dejando a Fighting Girlfriend inmóvil; a pesar de recibir órdenes de no salir del tanque, Mariya salió junto al resto de la tripulación para intentar arreglar las cadenas… cuando un trozo de metralla le golpeó la cabeza dejándola inconsciente. Permaneció en coma durante dos meses y el 15 de marzo de de 1944 falleció.

Mariya Oktyabrskaya, la mujer que compró un tanque para vengar la muerte de su marido recibió el 2 de agosto de 1944 el título de Heroína de la Unión Soviética, la más alta distinción otorgada por la Unión Soviética por las hazañas heroicas al servicio del Estado y de la sociedad.

Tomado de: Historias de la Historia

7 de septiembre de 2018

La prueba de que el VAR también era necesario en las luchas de gladiadores

Uno de los protagonistas del pasado Mundial de Fútbol de Rusia ha sido el VAR (Video Assistant Referee, árbitro asistente de vídeo), que consiste en un conjunto de cámaras distribuidas por todo el campo que retransmite la señal a una sala donde los asistentes de vídeo pueden revisar los goles, las tarjetas, los penaltis y la identidad de los jugadores en determinados lances del partido. La asistencia se puede producir a petición del árbitro principal o a instancia de los propios asistentes avisando al árbitro por el pinganillo. Aunque parezca mentira, por todo lo que criticamos a los árbitros, ha tenido menos protagonismo del esperado en cuanto a los resultados finales. Eso sí, con este sistema se ha batido el récord de penaltis en un Mundial. ¿Y por qué digo que también habría sido necesario en las luchas de gladiadores en la Antigua Roma? Os cuento…

Antes de bajar a la arena, precisar algunos detalles sobre las luchas de gladiadores -ya hemos hablado del error del pulgar y del saludo ritual “los que van a morir te saludan“.


Las luchas de gladiadores en sí fueron una degeneración. El origen se remonta a la época de los etruscos cuando se celebraban este tipo de combates entre prisioneros para honrar la muerte de un ser querido. Un ritual funerario que se convirtió en un espectáculo lúdico. Y ya puestos, más tarde se añadieron la lucha entre animales o la de hombres contra animales, cualquier cosa para que no decayese el espectáculo.

La mayoría de los combates eran a primera sangre y sólo en contadas ocasiones se luchaba a muerte, aunque con la posibilidad de perdón por parte del emperador o el editor del espectáculo. Hay que pensar que era un negocio: el editor que organizaba y financiaba los combates, para ganarse el favor pueblo, tenerlo contento o conseguir los votos para algún puesto en la magistratura, alquilaba a los lanistas (dueños de las escuelas de gladiadores) los gladiadores que iban a luchar y, lógicamente, pagaba por ello. Si era a muerte había que pagar mucho más, porque un gladiador muerto era un luchador menos que el lanista podía alquilar para otros espectáculos. Así que, para amortizar los gastos interesaba que peleasen en muchas ocasiones para que fuese un negocio rentable.

Hecho el sorteo de las parejas que iban a luchar entre sí y cruzadas las apuestas, en la arena quedaban los luchadores y los summa rudis, una especie de árbitros que velaban por el cumplimiento de las reglas –fair play-. Estos jueces, normalmente prestigiosos gladiadores retirados, vestían túnicas blancas y llevaban espadas de madera (rudis) o látigos con los que señalaban movimientos ilegales, paraban el combate si algún gladiador era herido o los incitaban a la lucha golpeándolos si no le ponían muchas ganas.

En uno de estos combates celebrado hace 1800 años entre dos gladiadores llamados Diodoro y Demetrius ocurrió algo inesperado que nos revela la lápida de Diodoro.

El relieve muestra la imagen de un gladiador que sostiene lo que parecen ser dos espadas frente a su oponente caído pidiendo clemencia, y el epitafio en cuestión dice así…
Después de derrotar a mi oponente, Demetrius, no lo maté de inmediato. El destino y la decisión del summa rudis me mataron.
Tras estudiar el enterramiento, la conclusión de Michael Carter, profesor de la Universidad de St. Catharines—Brock (Canadá) y especialista en el estudio de este tipo de combates, fue que Diodoro había derribado a Demetrius y  éste, desde el suelo, extendía la mano en señal de clemencia. Diodoro, pensando que ya había vencido, no dio muerte a su oponente, pero el summa rudis interpretó que Demetrius no había sido derrotado por Diodoro sino que se había caído accidentalmente y ordenó reiniciar la lucha. Demetrius recogió su equipo y logró matar a Diodoro. Alguno o algunos de los conocidos del gladiador muerto, que habían visto lo ocurrido, encargaron la lápida y el epitafio para que la posteridad recordase aquel error fatal.
Seguro que Diodoro habría pedido el VAR.
Tomado de: Hsitorias de la Historia

12 de junio de 2018

El bar donde nació el fútbol moderno

Londres, 26 de octubre de 1863. En Long Acre, cerca de Covent Garden, se encuentra situada una taberna llamada Freemason’s Tavern (que aparece en la imagen), en la que un grupo de hombres se reúnen para tomar unas cervezas. Este hecho de por sí no resultaría significativo; pero si la consecuencia de esa reunión fue el nacimiento de un espectáculo que mueve miles de millones de euros y apasiona también a miles de millones de personas, el contenido de esa reunión cobra mayor interés. En 1863, en Londres y en toda Inglaterra existían equipos que practicaban el balompié y se enfrentaban entre ellos; pero no había un reglamento común sobre las reglas de este nuevo deporte. Fue en ese año cuando Ebenezer Morley pensó que se hacía necesario dotar al fútbol de un conjunto de normas unificadas como las que ya existían en el cricket.





Morley convocó a un grupo de representantes de una docena de equipos londinenses (tanto directivos como jugadores). Los asistentes decidieron crear una asociación, la conocida como FA (Fooball Association), que estableciera un conjunto de reglas comunes para todos los jugadores y equipos practicantes del balompié en Inglaterra. Morley, designado secretario de la recién creada FA, redactó un reglamento que fue aprobado por la asociación y unificaba por primera vez las reglas que a partir de ese momento serían de aplicación a todos los partidos de fútbol disputados en Inglaterra. El primer encuentro que se celebró con el reglamento redactado por Morley tuvo lugar el 19 de diciembre de 1863 en Limes Field entre Barnes y Richmond, y acabó con el resultado de empate a cero.


Poco a poco el fútbol fue popularizándose, primero en las Islas Británicas, y después en el resto del mundo, siempre ya bajo las reglas aprobadas por la FA a raíz de la reunión mantenida en Freemason’s Tavern. A menudo esta expansión del fútbol en otros países venía auspiciada por ingleses residentes en los mismos.

Tomado de:

Historias de la Historia

Este perro fue el héroe del Mundial de fútbol del 66

Cuando pensamos en el protagonista de un evento futbolístico como una Copa del Mundo, seguramente nos venga a la mente un delantero capaz de anotar un gol de un remate imposible. O quizás un portero que en el último minuto detiene un penalti. O algunos pensarán que el papel corresponde a un entrenador que con una novedosa técnica logró un resultado inesperado. Pero el principal protagonista del mundial que se disputó en Inglaterra en 1966 no pisó jamás un terreno de juego. De hecho, seguramente no tenía mucho interés en el fútbol. Y para más inri, ni siquiera era humano. Con esta descripción, uno puede empezar a pensar que se trata de una confusión, pero si el capitán Bobby Moore pudo levantar la copa de lo que hasta la fecha es el único triunfo de Inglaterra a nivel mundial fue gracias a una mezcla de border collie que de la noche a la mañana se convirtió en héroe nacional.





Era principios de 1966, y con intención de implicar a la población en la Copa del Mundo que se iba a celebrar en Inglaterra, la UEFA decidió realizar una exhibición del trofeo Jules Rimet, la copa que se entrega al vencedor de dicha competición. En marzo fue expuesta en el Salón de Westminster, junto a otros objetos de valor. Todavía se desconoce que sucedió exactamente, pero la tarde del día 20, y a pocos meses de que tuviera lugar dicho evento, se produjo el robo de la misma en un descuido de los guardias de seguridad encargados de su custodia. Las alarmas saltaron y Scotland Yard se puso a trabajar. Poco después de hacerse pública la noticia, se recibió una petición de rescate de una persona que resultó ser un farsante, que aprovechándose de la situación quería sacar un beneficio económico. Tras varios días de búsqueda con infructuosos resultados, la organización temió lo peor, e incluso ordenó crear una réplica en caso de que la original no pudiera ser localizada.


Paralelamente a todo este tumulto, un ciudadano anónimo, llamado David Corbett, paseaba con su perro en un parque del sur de Londres. El can, que respondía al nombre de Pickles, se desvió hacia unos setos fuera del camino, donde comenzó a escarbar en la tierra. Sorprendido por la inusual conducta del perro, su dueño se acercó a ver lo que éste buscaba, y para su sorpresa dio con el trofeo extraviado, que se encontraba semienterrado y envuelto en papel de periódico. David Corbett se dirigió inmediatamente a la policía. En un primer momento se le consideró el autor del robo, y fue puesto bajo arresto, pero tras indagar en ciertos detalles se le declaró inocente.

De la noche a la mañana Pickles y su dueño se habían convertido en celebridades. Su dueño fue remunerado con 6.000 libras, una compañía de pienso para perros premió al autor del hallazgo con comida gratis durante un año e incluso ambos fueron invitados al banquete inaugural de la competición. Pickles llegó incluso a protagonizar una película basada en la historia, titulada “El espía con la nariz fría”.

Desgraciadamente, la anécdota no termina con un final feliz. El año siguiente, Pickles murió ahogado con su propia correa mientras perseguía a un gato, siendo por tanto incapaz de acudir al mundial del 70 donde había sido invitado. Y para rizar el rizo, y en lo que parecía ser su destino, la copa fue de nuevo robada, esa vez de forma definitiva. Nadie pudo saber jamás que fue del trofeo, aunque se sospecha que fue fundida para aprovechar el oro y la plata con la que estaba fabricada.

Tomado de:

Historias de la Historia

1 de junio de 2018

La ciencia de Sherlock Holmes y los fantasmas de Conan Doyle

Seis días después de la muerte de Sir Arthur Conan Doyle, fallecido de un ataque cardíaco el 7 de julio de 1930, se celebró en el Royal Albert Hall una multitudinaria sesión de espiritismo. Diez mil personas se congregaron en el auditorio londinense con la esperanza de escuchar un mensaje enviado por el creador de Sherlock Holmes desde el más allá. Su mujer, Lady Doyle, dijo a la revista Time: “Aunque no he hablado con Arthur desde que falleció, estoy segura de que a su debido tiempo y a su propio modo nos enviará un mensaje”. Y según algunos, ese tiempo llegaría en 1934, cuando en otra sesión cuya grabación se conserva hoy en la British Library pudo escucharse: “Cuidad de mis chicos y de mi buena esposa Jean”.

Pero, ¿cómo es posible que el padre literario del detective de ficción que popularizó el uso del empirismo científico pudiera al mismo tiempo creer en fantasmas? Doyle era un hombre con raíces científicas, médico titulado en la Universidad de su Edimburgo natal. Ya por entonces apuntaba a la que sería la trayectoria decisiva de su vida, cuando en 1879 publicó su primer estudio, una carta a la revista British Medical Journal. En el texto describía cómo había experimentado consigo mismo con dosis crecientes de un veneno, la planta Gelsemium, utilizada también para calmar la neuralgia, hasta que tuvo que interrumpir el tratamiento por miedo a provocarse la muerte.

Doyle ejerció la medicina como cirujano naval y en su práctica privada. Viajó a Europa para especializarse en oftalmología y a su regreso abrió una consulta en Londres, pero no llegó a ver a un solo paciente. Por suerte para sus lectores, desde su época universitaria aprovechaba los ratos ociosos para escribir ficción. En 1886 logró vender a una editorial su novela Estudio en escarlata, en la que presentaba por primera vez a dos nuevos personajes, el detective Sherlock Holmes y su ayudante el Doctor John Watson.

El éxito del detective llegó a saturar a su creador

A lo largo de su carrera literaria, Doyle dio vida a otros personajes con vocación de continuidad, como el Profesor Challenger o el Brigadier Gerard. Pero sin discusión posible su gran triunfo fue Sherlock Holmes, un personaje inmortal para el que produjo un total de cuatro novelas y 56 relatos. El éxito del detective llegó a saturar a su creador, más interesado en escribir novelas históricas. En el relato El problema final, Doyle decidió matar a Holmes haciéndole caer por una cascada junto a su archienemigo, el Profesor Moriarty; pero la demanda popular fue tal que se vio obligado a resucitarlo.

Holmes, un personaje inspirado por el mentor de Doyle en la Universidad, Joseph Bell, no fue el primer detective de ficción guiado por el raciocinio: el Chevalier Auguste Dupin de Edgar Allan Poe pudo ser una influencia previa. Lo que enganchó al público a las aventuras de Holmes fue su hábil y extenso uso de técnicas forenses científicas que Doyle no inventó, pero que aún eran novísimas. “Doyle era muy leído”, resume a OpenMind James O’Brien, autor de La ciencia de Sherlock Holmes (Crítica, 2013 / The Scientific Sherlock Holmes, Oxford University Press, 2013). “Constantemente usa ideas que encuentra en sus lecturas. No era exactamente el innovador, pero veía el poder de nuevos métodos emergentes”.

El artículo completo en:

Open Mind

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