Latest Posts:

Mostrando las entradas con la etiqueta alas. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta alas. Mostrar todas las entradas

8 de septiembre de 2013

¿Por qué las bandadas de aves vuelan en V?



Las bandadas de aves migratorias surcan los cielos en formación de V.

Y además sincronizan sus aleteos.

¿Por qué hacen eso?

Al batir las alas hacia abajo se produce un vórtice que hace ascender el aire que hay detrás del ave.

Con la disposición en V, cada ave —excepto la primera— se aprovecha de esa corriente ascendente, manteniendo el vuelo con un consumo menor de energía. Para una maximización de ese ahorro de energía es muy imortante que el movimieno de todas las aves esté sincronizado, por ello, si el cabeza de fila decide planear durante un tramo de vuelo, todos se apresuran a imitarlo. Y cuando el ave precedente aletea de nuevo el ave siguiente la imita.

Hay más razones que aconsejan esta formación de vuelo, como que favorece el contacto visual y que actúa como señal de reclamo para aquellas aves que se hayan separado de la bandada.


Nota sabionda: Los ciclistas hacen algo parecido cuando tiran unos de otros alternativamente. El primero corta el aire, es decir, vence la resistencia que le supone, y el resto van muy pegados en fila, aprovechando la corriente hacia adelante que se forma tras el primer corredor. En motociclismo se dice “ir a rebufo”.

Fuente:

Saber Curioso

6 de septiembre de 2013

¿Por qué un avión se "sostiene" en el aire?


¿Cómo se aguanta en el aire un objeto tan pesado?

Pues se aguanta en el aire y puede volar porque la fuerza de sustentación le permite vencer a la fuerza de la gravedad, al igual que hacen las aves.

¿Y qué es esa fuerza de sustentación? ¿Cómo funciona?

La fuerza de sustentación opera sobre las alas del avión empujándolo hacia arriba. Y para entenderla debemos acudir al teorema de Bernoulli.

Este teorema nos dice que cuanto más alta es la velocidad de un gas, más baja es la presión que ejerce éste sobre las superficies con las que está en contacto.

Así que el ala de una avión se diseña de tal manera que su perfil de ataque hace que el flujo de aire se condense sobre el ala y fluya con mayor velocidad y, por contra, se enrarezca bajo esta y circule a menor velocidad. Entonces la presión del aire sobre el ala es menor que la presión del aire bajo el ala, lo que nos da como resultado una fuerza que empuja hacia arriba: la fuerza de sustentación.

Aunque este mecanismo es el más importante no es el único en actuar. También es importante el ángulo de acometida del ala, que si está inclinada unos grados hacia atrás, hace que el aire que para por la parte inferior del ala sufra una deflexión hacia abajo y, por el principio de acción-reacción, el ala experimente un empuje hacia arriba.

El efecto Coanda es menos importante, pero también ayuda. Los fluidos presentan una cierta adhesión a las superficies con las que están en contacto. Y así, el aire que pasa por la parte superior del ala, cuando lo abandona también lo hace con una ligera inclinación hacia abajo, proporcionando un empuje hacia arriba.

Aún así, es necesario que el empuje resultante sea suficiente para contrarrestar el peso del avión y ahí entran en juego el diseño aeronáutico que tiene en cuenta el peso, fuerza del motor, tamaño y perfil de las alas… y todos aquellos factores que permitan que el avión pueda volar.

Nota sabionda: Los alerones estabilizdores de los coches de carreras usan el mismo principio, pero aplicado a la inversa. Buscan que el bólido se mantenga pegado al suelo a pesar de las altas velocidades.

Tomado de.

Saber Curioso

24 de agosto de 2012

¿Por qué no se rompen las alas de los insectos?

Grillo Foto John Brackenbury/SPL

Las venas de las membranas impiden que las fisuras se expandan, en un sistema similar a los compartimientos en el casco de un barco.

Las alas de los insectos no son tan frágiles como parecen, según científicos en Irlanda.

La red de venas en las alas de saltamontes o grillos ayuda a detectar tempranamente cualquier fisura y minimizar su impacto, en forma similar a los compartimientos del casco que buscan impedir el hundimiento de un barco. 

"Las langostas del desierto son las voladoras maratónicas del mundo de los insectos", señaló Jan Hemming Dirks, de Trinity College, en Dublin, quien estudió las propiedades de las alas junto al profesor David Taylor, del Departamento de Ingeniería Mecánica de la misma universidad.

"Estos insectos pueden volar durante días cruzando desiertos y océanos con alas diez veces más finas que un cabello humano".

Barreras

Como otras partes del cuerpo de un insecto, las alas están hechas de cutícula, uno de los materiales más abundantes en la naturaleza.
"La naturaleza ha encontrado una solución optima desde el punto de vista mecánico para las alas de las langostas, dotándolas al mismo tiempo de gran fortaleza y peso bajo"
David Taylor, Departamento de Ingeniería Mecánica, Trinity College, Dublin

"Recientemente demostramos que la cutícula en las patas de un grillo es uno de los materiales más fuertes del mundo y ahora queríamos investigar si las alas de las langostas tenían propiedades similares”, explicó Taylor.

Para medir la resistencia de las alas, los científicos hicieron pequeñas muescas en las membranas y midieron la fueza necesaria para crear una fisura.

"Nos sorprendió mucho que, en nuestros primeros experimentos, las membranas de las alas no mostraron ser muy fuertes", dijo Dirks.

Sin embargo, cuando Dirks y Taylor estudiaron en detalle las filmaciones de los insectos, observaron que la mayoría de las grietas dejaban de expandirse cuando se topaban con una de las venas en las membranas.
Estas diminutas barreras aumentaban la fortaleza de las alas en un 50%, según los científicos.

Espaciamiento óptimo

Grillos

El estudio de la estructura de los insectos puede ayudar a diseñar microaparatos aéreos.

Si estas venas son tan efectivas, la gran pregunta es por qué no son más numerosas.

"Comparadas con las membranas, las venas en las estructura de las alas son relativamente pesadas. Por lo tanto, es importante que el número de venas sea lo menor posible para reducir el peso", dijo Dirks.

Los videos muestran, sin embargo, que si el número de venas es demasiado bajo, la protección contra fisuras disminuye.

"Ocurre algo similar a los compartimientos de un buque. Si hay demasiados, el barco es demasiado pesado. Si hay muy pocos, un único agujero puede hundir la embarcación entera".

¿Cuál es la proporción optima de membranas y venas?

Los científicos midieron el tamaño y forma de las casi 1000 celdas encontradas en cada ala y encontraron que el espaciamiento de la mayoría de las venas corresponde al llamado punto crítico de fisura. Dado un estrés determinado, las grietas menores de esta constante no se extienden.

"Gracias a este espaciamiento preciso de las venas que se entrecruzan, las fisuras siempre se detienen antes de que alcancen un tamaño crítico", dijo Taylor.

"La naturaleza ha encontrado una solución optima desde el punto de vista mecánico para las alas de las langostas, dotándolas al mismo tiempo de gran fortaleza y peso bajo".

La investigación podría contribuir en el futuro al diseño de microaparatos aéreos.

El estudio fue publicado en la revista científica online PLoS ONE.

Fuente:

BBC Ciencia

Contenido relacionado

30 de mayo de 2011

Las mariposas cierran sus alas cuando no quieren sexo

Mariposas copulando

Estas mariposas sólo se aparean una vez en sus vidas.

En el reino animal, el arte de la seducción es común y muchas veces colorido. Pero si el pavo real macho derrocha color al desplegar su cola para atraer a las hembras, las mariposas hembras, en cambio, lo esconden cerrando sus alas.

Un grupo de científicos en Japón observaron cómo las especies de mariposas conocidas como licénidos (Lycaenidae), cierran sus alas para evitar la atención indeseada de los machos persistentes.

Estas pequeñas mariposas también conocidas como manto bicolor sólo aparean una vez durante su breve vida.

Cerrando las alas pueden esconder el impactante brillo de sus colores, y así las hembras se hacen menos visibles para los machos, una forma sencilla de evitar la atención.

Los científicos describieron sus hallazgos en la revista Etología.

El investigador principal y amante de las mariposas Jun-Ya Ide, del Instituto Kurume de Tecnología, en Fukuoka, Japón, había notado que las mariposas hembras a menudo cerraban sus alas cuando otras mariposas volaban muy cerca de ellas.

"También encontré que cerraban las alas a un ritmo menor cuando se trataba de otras especies de mariposas las que volaban cerca," dijo el doctor Ide.

Entonces se dedicó a tratar de averiguar por qué pasaba esto.

Vírgenes

Mariposa manto bicolor

Sin mostrar el color de sus alas, las mariposas son mucho menos visibles a las parejas potenciales.

"Los intentos persistentes de apareamiento" de los machos pueden dañar a las delicadas hembras, por lo que el doctor Ide pensó que las hembras podrían cerrar sus alas como una estrategia para evitar el acoso.

Los biólogos utilizaron un modelo macho de la mariposa para desencadenar una reacción en las hembras.

"Cuando coloqué el modelo cerca de una hembra, a menudo éstas cerraban las alas", le dijo el investigador a la BBC.

Las hembras vírgenes, por el contrario, dejaron sus alas abiertas.

"Así, llegué a la conclusión de que, puesto que las hembras que no necesitan más cópulas, cerraban sus alas para esconderse," dijo el doctor Ide.

Sin embargo, las hembras vírgenes que quieren compañero "mantienen las alas abiertas para ser visibles".

"El comportamiento de cierre del ala se ha desarrollado para evitar el acoso sexual", aseguró el especialista.

Fuente:

El Mundo Ciencia

Contenido relacionado

4 de junio de 2010

Pequeña abeja ¿de dónde sacaste tus alas?

Viernes, 04 d ejunio de 2010

Pequeña abeja ¿de dónde sacaste tus alas?

Esta es otra de las preguntas que está ofuscando a los biólogos desde hace bastante tiempo. Al fin y al cabo, no encontramos precedentes de las alas de los insectos en ningún grupo de artrópodos moderno. Parecen surgidas de la nada, al contrario de lo que sucede con los murciélagos o las aves, cuyas alas son delatadas como extremidades anteriores modificadas ¡y de qué manera! gracias a los estudios anatómicos y embriológicos. El registro fósil de la evolución temprana de los insectos tampoco nos dice mucho, es relativamente escaso y difícil de interpretar. Así, el origen de las alas de los insectos permanece invisible al ojo clínico… ¿o quizás no? Un equipo de científicos japoneses responde.

.El ala de los insectos es una estructura quitinosa poblada de venas en las que se alterna la circulación de la hemolinfa (la sangre sin pigmentos de los insectos) y el aire (ver aquí). Las alas se anclan en el tórax, esa parte del cuerpo situada entre la cabeza y el abdomen, concretamente, encontramos un par de alas en el mesotórax y otro par en el metatórax (el 2º y el 3º segmentos torácicos, respectivamente). Asimismo, el ala se articula entre el tergum «pieza dorsal del segmento de un insecto» y el pleuron «pieza lateral del segmento de un insecto»; siendo su movimiento fruto de una grandiosa musculatura que permite el vuelo.

Corte transversal del aparato alar de los insectos. Crédito: NC State Universty

.Lo peor (o quizás lo excitante) desde el punto de vista de un biólogo evolutivo, no es solo que el ala sea una estructura francamente compleja (que lo es), sino que contrariamente al ala de los extintos pterosaurios, de las aves o de los murciélagos… no encontramos una estructura homóloga que nos permita escudriñar su origen. Y lamentablemente, el registro fósil está tan recortado como confuso.

Ante esta encruzijada los biólogos solo podían hacer una cosa: trabajar con el material disponible lo mejor posible. En función de esto, se elaboraron dos modelos alternativos para explicar el origen de las alas de los hexápodos:

  • Hipótesis paranotal. Según la cuál, el ala se originaría como una nueva estructura desarrollada a partir de una extensión del tergum (alias «lóbulo paranotal»), la pieza dorsal del segmento de un insecto. El aspecto y posición del ala concuerdan con este planteamiento, sin embargo, no explica ni el origen de la articulación, ni la musculatura, ni el movimiento alar.
  • Hipótesis branquial. En base a esta hipótesis las alas originalmente eran branquias situadas en posición dorsal, que fueron modificadas. Es coherente al darle un origen a las alas como estructura dotada de músculos y vasos, sin embargo, no explica nada del aspecto plano ni de la mismísima situación dorsal de las alas, ambos elementos fundamentales para el vuelo.

.¿Cuál modelo es el correcto? No lo sabemos. Una posible vía para resolver el empate podría ser apelar a la evo-devo, la biología evolutiva del desarrollo, una rama de la ciencia que estudia la evolución de los seres vivos desde la perspectiva de los cambios que afectan al desarrollo del organismo, los cuales pueden darse desde el estado embrionario hasta la madurez. Es una ciencia relativamente nueva que nos permite discernir los orígenes de distintos elementos corporales y averiguar que cambios en el desarrollo los han llevado a ser lo que son.

En esta línea llega hasta nosotros una interesante publicación del pasado número del 17 de Mayo de 2010 de la revista científica Evolution & Development. La investigación fue liderada por Nao Niwa, miembro del Laboratory for Morphogenetic Signaling (dirigido por el doctor Shigeo Hayashi), situado en el Center for Developmental Biology (Japón). La investigación contó además con la colaboración de expertos de las universidades de Nagoya, Shinshu y Tsukuba.

Para el equipo japonés el mejor punto de partida era la mosquita de la fruta Drosophila melanogaster, uno de los bichos más estudiados del planeta. Se conoce casi todo de ella y los genéticos llevan “jugando” con esta humilde criatura desde hace décadas. Este pequeño insecto de apenas 2.5 mm nos ha permitido descubrir incontables cosas sobre genética, embriología, fisiología… y entre medias, que el desarrollo de sus alas durante la metamorfosis está mediado por tres genes principales:

  • wingless (wg), promueve el desarrollo del primer esbozo de las alas y su posterior crecimiento.
  • vestigial (vg), regula el crecimiento y desarrollo del tejido alar.
  • apterus (ap), especifica la forma plana del ala.

La mosca de la fruta, Drosophila melanogaster Meigen, 1830. Este bicho sí que se merece altares y alabanzas, le debemos demasiado a esta humilde criatura. Crédito: Wikipedia

.¿De qué sirve saber esto? Según la hipótesis branquial las alas proceden de antiguas branquias. Hoy día conocemos muchas especies de insectos cuyo linaje nunca desarrolló alas, son los apterigotas, que incluyen a los famosos «pececillos de plata». Y también tenemos insectos “primitivos”, los cuales pasan una etapa de su vida como criaturas acuáticas provistas de branquias, un ejemplo de ello son las cachipollas, también llamadas efímeras. Los autores trabajaron con el «pececillo de plata» Pedetontus unimaculatus como representante del primer grupo, y con la efímera Ephoron eophilum como representante del segundo grupo.

Lea el artículo completo en:

La Ciencia y sus demonios

google.com, pub-7451761037085740, DIRECT, f08c47fec0942fa0