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2 de enero de 2013

Los 10 propósitos de Año Nuevo que más nos cuesta mantener


ejercicioSegún publicaba a principios de 2012 la revista Time, los diez propósitos de Año Nuevo que con más frecuencia incumplimos son:

- Perder peso y mantenernos en buena forma física

- Dejar de fumar

- Aprender algo nuevo

- Comer sano y tener una dieta equilibrada

- Saldar las deudas y ahorrar

- Pasar más tiempo con la familia

- Viajar y ver lugares nuevos

- Estar menos sometidos a estrés

- Unirse a algún voluntariado

- Beber menos alcohol

Por otra parte, de acuerdo con un estudio realizado hace unos años por el psicólogo Richard Wiseman, solo el 12% de las personas consigue lo que se propone cada vez que el calendario señala el inicio de un nuevo año. Wiseman también llegó a la conclusión de que los hombres tienen más éxito cuando se unen a otros con un mismo objetivo (por ejemplo, ir al gimnasio) o cuando se centran en la recompensa que supondrá su objetivo. Sin embargo, las mujeres lo tienen más fácil a la hora de alcanzar sus objetivos cuando hablan de ellos con amigos y familiares.

Fuente:

Muy Interesante

Cinco consejos para lograr tus propósitos de Año Nuevo

 satisfechoDejar atrás malos hábitos como fumar y adquirir hábitos saludables como hacer ejercicio, además de adelgazar o saldar las deudas económicas, son algunos de los propósitos más frecuentes que marcan el comienzo del Año Nuevo. Sin embargo, la mayoría de las personas no consigue llevarlos a cabo durante doce meses, y los abandonan mucho antes de lo esperado. Expertos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland (EE UU) aseguran que para que esto no suceda es aconsejable tomar una serie de medidas:

- Empezar cuanto antes, “porque la acción precede a la motivación, y no al revés,” según explica la psiquiatra Hinda Dubin. No hace falta esperar a sentirse lleno de energía y plenamente motivado para empezar una dieta de adelgazamiento, por ejemplo. Cualquier pequeña acción dirigida a conseguir el objetivo facilita que lo llevemos a cabo.

- Si fallas vuelve a intentarlo y aprende de tus errores.

- No tomes decisiones absolutas del tipo “nunca más…”. Sé realista y proponte reducir la frecuencia.

- Cuéntale a alguien tus propósitos de Año Nuevo, porque te ayudará a tenerlos más presentes.

- Hazlo paso a paso. Si tu objetivo es demasiado grande, desfallecerás antes de empezar. Si quieres dejar de fumar, escoge como objetivo ir a un terapeuta para hacerlo (y decide en qué fecha). Si quieres perder diez kilos, proponte primero adelgazar medio kilo a la semana.


Fuente:

Muy Interesante

31 de diciembre de 2012

Por qué el año empieza el 1 de enero: cosas de maños y romanos

Uno de los aspectos más fascinantes de nuestra historia: por qué el año da comienzo el 1 de enero.
 
Resulta que, allá por el año 155 a. C., los habitantes de Sekaisa (Segeda) decidieron construir una impresionante muralla para defenderse de los romanos. Segeda era entonces una localidad habitada por belos (celtas) cerca de la actual Calatayud, no muy lejos de Zaragoza.

Con esta muralla, los belos se declaraban en abierta rebeldía contra la todopoderosa República de Roma, algo que los orgullosos guardianes del Tiber estaban muy lejos de consentir. Los romanos no tardaron en montar en cólera y prepararse para la guerra contra los maños, sólo que no lo tenían tan fácil.

Por entonces eran un poco cuadraditos y no podían reclutar un ejército hasta que no se celebraran las elecciones anuales de magistrados, que tenían el lugar el primer día de cada año, el 1 de marzo. Era únicamente a partir de ese momento cuando podían organizar una leva, preparar a la tropa, trasladarla hasta Hispania y darle una paliza a los aguerridos celtíberos que tanto estaban tocando las romanas pelotas.




Las murallas de Segeda
Sólo que, claro, si esperaban hasta el 1 de marzo, los belos de Segeda ya habrían terminado de construir la muralla y no habría manera de acabar con ellos.

Así que a alguien se le encendieron las luces en la ciudad eterna y dijo:  ¡Por Júpiter! ¿por qué no adelantamos un par de meses el inicio del año?

Al Senado le pareció estupendo y desde aquel mismo año se trasladó al 1 de enero, fecha que es hoy en día adoptada por la práctica totalidad del mundo occidental y que, como bien es sabido, tampoco tiene ninguna razón lógica de ser en la astronomía sino más bien en trámites administrativos como someter a los insolentes celtíberos que poblaban hace ahora 20 siglos los alrededores de Zaragoza.

Técnicamente aquello fue una trampa. Pero entonces no existía el TAS, ni el Tribunal de La Haya, y los romanos consiguieron armar acerca de 30.000 hombres (dos legiones, 5.000 jinetes y tropas auxiliares) para llegar a las inmediaciones de Segeda antes de que la muralla estuviese terminada y hacer falso aquello de que más vale maña que fuerza.

Maños y mañas corrieron en estampida en dirección a Numancia y aquel incidente cambió para siempre la fecha en que comenzamos el año.

Fuente:

El Tío del Mazo

14 de diciembre de 2011

La historia del calendario Gregoriano


La decisión de cambiar el calendario "Gregoriano" por parte del Imperio Romano es sin dudas uno de los grandes hechos que cambiaron la existencia del mundo tal como lo conocemos.
El mundo occidental en gran parte es hijo de lo que en algún momento fue este imperio y muchas de sus costumbres y decisiones perduran aún en nuestra vida.
El calendario Juliano
Julio César fue el precursor de un calendario (el Juliano, claro está), ya que tomó control sobre el caótico calendario romano. El tradicional calendario romano estaba siendo manipulado por varias personas (como políticos y comerciantes con mucho poder) que añadían días o meses al azar. Este era un calendario muy desincronizado con las estaciones de la Tierra (las que, como sabemos, son el resultado del movimiento de nuestro planeta alrededor del sol).
El César desarrolló un nuevo calendario de 364 días y un cuarto, el que se aproximaba mucho más que el anterior sistema a la duración del año tropical (en otras palabras, al tiempo que le toma a la Tierra dar la vuelta alrededor del sol desde el comienzo de la primavera hasta el próximo comienzo de primavera).
Este calendario tenía normalmente 365 días pero incluía un día adicional cada cuatro años (o sea, la suma de ese cuarto de día cada cuatro años). Este día era añadido antes del 25 de Febrero cada año.
Aunque el calendario desarrollado por Julio César había sido el más preciso hasta el momento, no era lo suficientemente preciso porque el año tropical no dura 365 días y 6 horas, sino que dura aproximadamente 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos. Por lo tanto, el calendario de Julio César difería por 11 minutos y 14 segundos. Lo que parece ser una diferencia mínima no lo era, ya que cada 128 años estos minutos se convertían en un día completo.
El Papa Gregorio XIII
En el año 1572, Ugo Boncompagni se convirtió en el Papa Gregorio XIII. Este nuevo Papa mostró su desconformidad con el calendario de aquella época, ya que una de las fechas más importantes para la Iglesia Católica no estaba correspondiendo con las estaciones del año.
La pascua, fecha basada en el día del equinoccio vernal (o sea, el primer día de la primavera del hemisferio norte) se estaba celebrando en los primeros días del mes de Marzo.
La razón de este desorden se debía que por los últimos 1.600 años, la civilización se había regido por el calendario juliano, este último se basaba en el movimiento del sol para medir el tiempo.
Reforma
Una vez que el Papa Gregorio XIII decidió arreglar el calendario para que sea más preciso, buscó ayuda de astrónomos para poder desarrollar un nuevo calendario mejorado. La solución que encontraron fue casi perfecta.
El nuevo calendario Gregoriano seguiría teniendo 365 días con un día adicional cada cuatro años (que fue movido luego del 28 de Febrero para que sea más fácil agregarlo) pero no habría años bisiesto en los años terminando en “00”, a menos que estos años fueran divisibles por 400.
Por lo tanto, los años 1700, 1800, 1900 y 2100 no serían años bisiestos, pero el año 1600 y 2000 sí serían años bisiestos.
Este cambio fue tan preciso que los científicos al día de hoy simplemente tienen que agregar algunos segundos al reloj para que el calendario siga coincidiendo con el año tropical.
Repercusiones
El Papa Gregorio XIII hizo público un documento el 24 de Febrero de 1582 que establecía el calendario Gregoriano como el nuevo calendario oficial del mundo Católico. Ya que el calendario Juliano tenía 10 días de diferencia, el Papa decidió que el 4 de Octubre de 1582 sería seguido por el 15 de Octubre de 1582.
La noticia de este cambio se diseminó a través de Europa: no solo se utilizaría el nuevo calendario, sino que esos diez días se perderían para siempre, el año nuevo comenzaría el primer día de Enero en vez del 25 de Marzo, y habría un nuevo método de determinar la fecha de pascuas.
Solo algunos países estaban listos para cambiar al nuevo calendario en 1582. En este año fue adoptado por Italia, Luxemburgo, Portugal, España y Francia. El Papa tuvo que enviar un recordatorio a todas las naciones el 7 de Noviembre para que cambien los calendarios, pero por supuesto, muchos hicieron caso omiso a este recordatorio.
Otros países se fueron uniendo de a poco en los siglos siguientes: la Alemania Católica Romana, Belgia y los Países Bajos cambiaron a este nuevo calendario en 1584; Hungría en 1587; Dinamarca y la Alemania Protestante en 1704; el Reino Unido y sus colonias en 1752; Suecia en 1753; Japón en 1873; Egipto en 1875; Albania, Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumania y Turquía cambiaron entre 1912 y 1917; la URSS en 1919; Grecia en 1928 y finalmente China cambió luego de la revolución de 1949.
Los problemas del cambio de calendario
Por ejemplo, tanto en Frankfurt como en Londres, la gente causó muchísimo desorden en las calles por la pérdida de días en sus vidas. Con cada cambio de calendario alrededor del mundo, las leyes establecían que el estado no podía cobrar impuestos por aquellos días perdidos, sin embargo, los trabajadores tampoco podrían cobrar sus sueldos correspondientes a esos días.
Un problema también era que los estados elegían que cualquier vencimiento seguía teniendo lugar en los días previstos antes de cambiar el calendario.
En definitiva, ahí lo tienen, la interesantísima historia de los cambios en el calendario en nuestra corta historia como civilización.
Si te interesa saber un poco más de cómo funciona este calendario, entonces quizás te interese saber qué es el equinoccio, y la diferencia que tiene este con el solsticio.
Fuente:
Ojo Científico

31 de diciembre de 2008

Las vueltas que da la Tierra (un año con un día y un segundo de más)

29 de diciembre de 2008.- 2008 ha sido año bisiesto. Desde la época de Julio César, cada cuatro años se doblaba el sexto día previo a las calendas de marzo (bis sextus, el sexto repetido se le llamó) para dar cuenta de que una revolución terrestre alrededor del Sol no es un número exacto de rotaciones terrestres. Es decir, que el año dura un número no exacto de días. La reforma gregoriana vino a corregir un problema de mayor exactitud, quitando tres años bisiestos cada 400 años. La historia de los calendarios es apasionante, porque no solemos darnos cuenta de que la astronomía está detrás de esas aparentemente extrañas normas.
Lo mismo nos pasa con la medida de las horas. Cuando se intentaron ordenar e internacionalizar los sistemas de medida con el sistema métrico decimal (una verdadera revolución que tuvo que nacer con la Revolución Francesa) la unidad de tiempo fue el segundo, definido a partir de la duración del día terrestre, es decir, de su rotación: 1 segundo es 1/86400 del día. O bien: en un día hay 86.400 segundos.
La coordinación de la medida del tiempo, de la hora, fue más complicada y tuvo que esperar a 1912, cuando se estableció, en el Observatorio de París la Oficina Internacional de la Hora (BIH), encargada de establecer una medida común para tomar tiempos que pudieran coordinarse. Se mantuvo esa duración del segundo y se estableció el Tiempo Universal que se medía desde 1884 en el Observatorio de Greenwich, como la base para todo el mundo. Correspondía además con la hora solar media de Londres, lo que permitía mantener la costumbre de los relojes de Sol.

La coordinación de las medidas de tiempo se hacía en París, a partir de observaciones astronómicas y cálculos que permitían una gran precisión. Pero a mediados de los 50 se inventaron los relojes atómicos: sistemas en los que la oscilación de un átomo (habitualmente Cesio) marca la frecuencia que, multiplicada miles de millones de veces, permite contar segundos. La definición en el Sistema Internacional del segundo cambió porque esa medida resultaba muy precisa y se podía reproducir rápidamente, sin tener que esperar a las observaciones astronómicas y los cálculos posteriores.
Pero se comprobó así, con la mayor precisión del Tiempo Atómico, que la rotación de la Tierra era un proceso demasiado variable como para mantener una buena cuenta del tiempo. Debido a los movimientos de la corteza tras la glaciación y, sobre todo, debido al frenado que producen las mareas lunares en nuestro planeta, el día se hace poco a poco más largo. En promedio, en el último siglo ese aumento ha sido de 1,7 milisegundos (por día).
Es una cantidad nimia, pero suficiente para que ese tiempo de los relojes atómicos difiera del tiempo derivado de la medición de la rotación terrestre, en una cantidad que puede llegar a 2 segundos algunos años... Por eso, desde 1972 en el TUC, el tiempo universal coordinado que es un consenso proporcionado por relojes que los responsables de la medida de la hora, actualmente el IERS (Servicio de Sistemas de Referencia y de la Rotación Terrestre, un organismo dependiente de la Unión Astronómica Internacional y la Unión Internacional de Gerodesia y Geofísica se introduce de vez en cuando un segundo de más, una discontinuidad en la hora oficial que permite que los relojes atómicos (continuos, base del sistemas) mantengan una cuenta que siga siendo parecida a la de siempre, la que antes daban los relojes solares y luego los relojes puestos en hora por los observatorios astronómicos.
En los últimos años no ha sido preciso introducir muchos de estos segundos intercalares, no porque la Luna nos frene menos, sino por otros movimientos y cambios en la rotación de la Tierra, complejos de modelizar, pero que se miden cada vez con mayor precisión gracias a los satélites, que han evitado que esa rotación se frene al ritmo habitual. Fue en 2005 la última vez que se introdujo un segundo extra entre el final del segundo 23:59:59 del día 31 de diciembre y el 00:00:00 del 1 de enero.
Para quienes quieren ver en todo posibles catástrofes, teniendo en cuenta que en los últimos 20 años se han introducido 11 segundos de estos y ni se cayeron los ordenadores, ni hubo accidentes aéreos, ni tampoco los cacos pudieron emplear el segundo del ajuste para robar los principales bancos internacionales, lo cierto es que podemos estar razonablemente tranquilos. Eso sí, podemos también entender que la Unión Internacional de Telecomunicaciones haya recomendado que sería más sencillo mantener el tiempo oficial como un tiempo atómico sin correcciones ni saltos discontinuos. Eso llevaría a corregir algo los trabajos astronómicos y, para mantener una relación más cercana con las mediciones clásicas del tiempo (eso de que al mediodía el Sol quede al Sur... aunque con los cambios de hora de por aquí y el tiempo central europeo eso no pase nunca en España) sería conveniente introducir no un segundo de vez en cuando, sino ya puestos 3.600 de golpe: una hora intercalar cada tres siglos, aproximadamente.
Fuente:
El Mundo - Blog Cosmos

29 de enero de 2008

Conocer Ciencia TV: El Calendario (primera parte)

"El Calendario" (Primera parte)

Conocer Ciencia - Programa Nº 16Ante todo muchas gracias por los mensajes que llega nuestro correo. (leonardo.sanchez.coello@gmail.com) Conocer Ciencia TV llega a los cinco distritos de la provincia de Barranca por cortesía de EconoCable (canal 23). Ahora les dejo un especial de una semana, especial que se emitió a partir del 14 de enero del presente año. El tema de "El Calendario" se inspiró en el libro De los Números y su Historia de Isaac Asimov, pero contextualizando los datos y agregando items de la cultura peruana. Aquí el resumen del programa y espero sus comentarios...

Contenido:
El día
El Sol
La Luna
El mes lunar
La agricultura
Los sacerdotes
Las estaciones
El año lunar
El Islam
El zodíaco
El Ramadán
La Hégira´
Los judios
Las líneas de Nazca
María Reiche
Los aymaras
El Concilio de Nicea
El año solar
El calendario 

IncaJulio César
Calendario Juliano
Calendario Gregoriano
Iglesias protestantes
Iglesias ortodoxas
Se despide su amigo:
Mag. Leonardo Sánchez Coello
Director de la Ugel de Ocros (Ancash, Perú)
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