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12 de mayo de 2013

La inminente 'cena' del agujero negro en la Vía Láctea

Recreación del agujero negro en el centro de la Vía Láctea. | ESA

Recreación del agujero negro en el centro de la Vía Láctea. | ESA

En el centro de la Vía Láctea, a una distancia de 26.000 años luz del Sistema Solar, un agujero negro supermasivo con una masa cuatro millones de veces mayor que nuestro Sol genera un enorme campo gravitatorio del que no puede escapar ni siquiera la luz. Un equipo internacional de la Agencia Espacial Europea (ESA), liderado por un español, ha descubierto la presencia de gas molecular caliente dirigiéndose hacia este agujero negro, ubicado en una región conocida como Sagittarius A* (o Sgr A*).

Gracias a Herschel, el Observatorio Espacial de la ESA y con longitudes de onda del infrarrojo lejano, que penetran el 'polvo' que difumina la visión en longitudes de onda visibles, los científicos han descubierto moléculas simples alrededor del agujero negro. Entre ellas, monóxido de carbono, vapor de agua y cianuro de hidrógeno. Gracias a este descubrimiento se está más cerca de probar las propiedades fundamentales del gas interestelar que rodean un agujero negro.

"Herschel ha resuelto la emisión en el infrarrojo lejano situada a tan solo un año luz del agujero negro, haciendo posible, por primera vez en estas longitudes de onda, que pueda separarse la emisión procedente de la cavidad central de la que proviene del denso disco molecular circundante”, afirma Javier Goicoechea, investigador perteneciente al grupo AstroMadrid del CSIC y co-autor del artículo publicado en la revista 'Astrophysical Journal Letters'.

Pero el descubrimiento de estas moléculas simples no es lo más sorprendente descubierto por los científicos. La mayor sorpresa fue comprobar que el gas molecular en la región interior de la galaxia puede alcanzar una temperatura de 1000ºC.

"Las observaciones también son consistentes con corrientes de gas caliente que avanzan a toda velocidad hacia Sgr A*, cayendo hacia el mismo centro de la galaxia", afirma Goicoechea. "El agujero negro de nuestra galaxia debe estar cocinando su cena justo frente a los ojos de Herschel".

Cuando un agujero negro absorbe material, éste alcanza altas temperaturas y genera rayos X de altas energías. A pesar de que actualmente SgrA* muestra pocos signos de este tipo de actividad, esto puede cambiar pronto. Se estima que antes de que acabe el año este agujero negro supermasivo absorba una nube compacta de masa que se acerca cada vez más a su órbita.

"El centro de la Vía Láctea es una región compleja, pero con las observaciones de Herschel hemos dado un gran paso adelante en nuestra comprensión de las inmediaciones de un agujero negro supermasivo, lo cual nos impulsará, en última instancia, a mejorar nuestros conocimientos sobre la evolución de la galaxia", concluye Göran Pilbratt, investigador responsable de ciencia del proyecto Herschel

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El Mundo Ciencia

15 de abril de 2013

Estos son los cráteres gemelos de Marte

Imagen de los cráteres gemelos 'Arima', en Marte. | ESA

Imagen de los cráteres gemelos 'Arima', en Marte. | ESA
Desde una vista cenital, el aspecto de los cráteres gemelos 'Arima', en la región marciana de 'Thaumasia Planum', recuerda a unos ojos sorprendidos. Las imágenes obtenidas por la sonda Mars Express de la Agencia Espacial Europea (ESA) permiten conocer cómo se crearon estos círculos de 50 km de diámetro escarbados en la superficie de Marte, muy comunes en el planeta rojo y en diversas lunas del Sistema Solar.

Los cráteres se forman tras el impacto de un meteorito. Cuando alcanza la superficie, tanto ésta como el objeto que la alcanza se comprimen a densidades muy altas. Las regiones donde impacta se despresurizan y explotan violentamente. Sin embargo, el origen de los hoyos que aparecen en el centro del cráter, que en el caso de los 'gemelos' Arima son de diferente tamaño, no está totalmente claro.

Una de las teorías afirma que cuando el meteorito impacta, el hielo existente en la superficie se derrite y es absorbido por las grietas de la superficie. Los científicos contemplan otra hipótesis, por la cual el hielo de la superficie se calienta rápidamente y se evapora en una explosión. Así, el impacto 'escarba' en la tierra y crea ese hoyo o marca con los restos del impacto.

La diferencia de tamaño de los hoyos en los cráteres gemelos Arima, que se observa en las fotografías, acapara la mayor atención de los científicos. La teoría de esta disparidad puede estar en la diferente cantidad de hielo de cada una de las zonas, y en la velocidad en que se evaporó.

El estudio de esta región acerca más a los investigadores al conocimiento de la superficie de Marte, y confirma la teoría de que tiempo atrás hubo grandes cantidades de agua y hielo en el planeta rojo.
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8 de abril de 2013

Un hito en la búsqueda de materia oscura

Experimento AMS instalado en la Estación Espacial. | ESA

Experimento AMS instalado en la Estación Espacial. | ESA
El Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) ha logrado un hito en la investigacion de la materia oscura gracias a uno de sus experimentos -el Espectrómetro Magnético Alfa (AMS)-, que ha medido en el espacio un exceso de positrones (anti-electrones) en el flujo de rayos cósmicos.

Los primeros resultados del AMS en poco más de un año de recolección de información se han presentado en un seminario del CERN y los responsables del experimento destacaron que se trata de la medición de positrones de rayos cósmicos más precisa que se ha realizado hasta ahora.

"En los próximos meses, seremos capaces de decir de manera concluyente si estos positrones son la señal de la material oscura o si tienen algún otro origen", afirmó el portavoz del AMS, Samuel Ting.

Los resultados sugieren que el AMS ha detectado un nuevo fenómeno, pero no está claro si los positrones provienen de una colisión de partículas de energía oscura, o de estrellas en nuestra galaxia que producen antimateria.

La materia oscura es uno de los mayores misterios de la física y representa un cuarto de la masa de energía del universo, pero hasta ahora ha sido imposible detectarla. La única manera de observarla ha sido de forma indirecta, a través de su interacción con la materia visible.

Detectores de partículas

El AMS está localizado en la Estación Espacial Internacional desde hace trece meses, periodo en el cual ha analizado 25.000 millones de rayos cósmicos primarios. Lo más importante es que de esa cantidad, unos 6.800 millones han sido identificados sin equívoco como electrones y su equivalente en la antimateria, los positrones.

El AMS es el espectrómetro más poderoso y sensible jamás enviado al espacio exterior y desde que empezó a funcionar ha medido un total de 30.000 millones de rayos cósmicos a energías que llegan a billones de electronvoltios.

El sofisticado instrumento está dotado de detectores de partículas que recogen e identifican las cargas cósmicas que pasan a través de él desde los lugares más recónditos del espacio, gracias al imán gigante y a la matriz de precisión con que cuenta.

Los rayos cósmicos están cargados con partículas de muy altas energías que penetran el espacio y el AMS está diseñado para poder estudiarlas antes de que interactúen con la atmósfera de la Tierra, lo que las altera.

La búsqueda de la materia oscura tiene lugar en varios experimentos paralelos, que se localizan en el espacio, así como en instrumentos localizados en laboratorios subterráneos, como el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), que también ha sido desarrollado y es gestionado por el CERN.
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20 de diciembre de 2012

El secreto de juventud de las estrellas



El cúmulo globular estudiado por el Observatorio Austral Europeo. | ESO

El cúmulo globular estudiado por el Observatorio Austral Europeo. | ESO
Al igual que las personas, las estrellas pueden envejecer de distintos modos. Un nuevo estudio ha descubierto que algunos cúmulos de estrellas nacidos tras el Big Bang mostraban distintos grados de desarrollo, mostrándose más jóvenes o envejecidas.

Estos cúmulos globulares son reliquias de los primeros tiempos del Universo, con edades entre los 12-13 mil millones de años (el Big Bang tuvo lugar hace 13.700 millones de años), y que contienen muchas de las estrellas más viejas de nuestra galaxia.

Pese a que forman parte del pasado remoto del Universo, el equipo científico ha descubierto, utilizando el telescopio MPG/ESO del Observatorio Austral Europeo (ESO, por sus siglas en inglés) y el Hubble de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) que algunos de estos cúmulos permanecen con un 'espíritu' joven.

¿A qué se debe el secreto de la eterna juventud de estos cúmulos?. Los astrónomos han revelado un mecanismo de rejuvenecimiento peculiar. Las estrellas de los cúmulos tienden a tener la misma edad. Las brillantes de mucha masa se consumen pronto, por lo que los cúmulos deberían mantener solo las estrellas de menos masa.

Sin embargo, algunos de estos cúmulos reciben un nuevo soplo de vida, obteniendo combustible extra que las alimenta de nuevo y las hace brillar considerablemente. Esto puede ocurrir si una estrella atrae material de otra estrella vecina a medida que dos de estas se fusionan o si colisionan. Las estrellas revigorizadas son denominadas azules rezagadas, y su alta masa y brillo son las propiedades que han dado fundamento a este estudio.

Las estrellas más pesadas se precipitan hacia el centro del cúmulo a medida que este envejece, en un proceso similar a la sedimentación. Las elevadas masas de las azules rezagadas dan a entender que se ven fuertemente afectadas por este procesos, mientras que su brillo las hace relativamente fáciles de observar.

El equipo localizó la ubicación de estrellas azules rezagadas en 21 cúmulos globulares. Unos pocos cúmulos parecían jóvenes, con estrellas azules rezagadas distribuidas por todo el cúmulo, mientras que un grupo más numeroso era viejo, con las azules rezagadas agrupadas en el centro. Un tercer grupo se encontraba en pleno proceso de envejecimiento, con las estrellas más cercanas al centro migrando hacia el interior en primer lugar, mientras que las estrellas más alejadas se acercaban progresivamente al centro. "Dado que estos cúmulos se formaron todos aproximadamente al mismo tiempo, esto revela grandes diferencias en la velocidad de evolución de cúmulo a cúmulo", concluye Barbara Lanzoni (Universidad de Bolonia, Italia), coautora del estudio.

El estudio ha proporcionado la primera evidencia empírica de a qué velocidad envejecen diferentes cúmulos.

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El Mundo Ciencia

24 de octubre de 2012

Proyecto Gaia: El 'ojo gigante' que escudriñará la galaxia

Recreación del aspecto de 'Gaia'. | C.Carreau/Agencia Espacial Europea (ESA)
Recreación del aspecto de 'Gaia'. | C.Carreau/Agencia Espacial Europea (ESA)
  • La misión costará 650 millones de euros y se lanzará a finales de 2013
  • Se espera que descubra cientos de miles de nuevos objetos celestes
El proyecto Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA) censará mil millones de estrellas en la Vía Láctea, gracias a la cámara digital más grande jamás construida para una misión espacial, con mil millones de píxeles, un 'ojo gigante' que escudriñará y cartografiará nuestra galaxia.

"Los instrumentos de Gaia son tan precisos que, si estuviese en la Tierra, sería capaz de medir el pulgar de una persona situada en la superficie de la Luna", según la Agencia Espacial Europea.

Su lanzamiento está previsto para finales de 2013 desde la Guayana Francesa y la comunidad científica prevé que esta misión descubra cientos de miles de nuevos objetos celestes, desde planetas extrasolares a enanas marrones, y que contribuya a poner a prueba la teoría general de la relatividad enunciada por Albert Einstein.

Gaia determinará con precisión la magnitud, posición, distancia y desplazamiento de cada objeto analizado, para lo que observará cada uno de los astros más de 70 veces a lo largo de cinco años.

Un mapa tridimensional de estrellas

Esta información permitirá hacer un mapa tridimensional de las estrellas de la Vía Láctea -el catálogo final estará en 2021-, lo que ayudará a entender mejor su composición, formación y evolución.

Este satélite estudiará las estrellas desde una órbita a 1,5 millones de kilómetros y de media se espera que cada día descubra 10 estrellas rodeadas por su propio sistema planetario, 10 estrellas explotando en otras galaxias y un gran número de cuásares alimentados por agujeros negros supermasivos, entre otros.

Se estima que detectará unos 15.000 exoplanetas -en la actualidad se han observado alrededor de 800-.

Gaia enviará datos diarios y para recibir su señal se usarán las estaciones de seguimiento de Cebreros (Ávila-España) y Nueva Norcia (Australia).

A lo largo de los cinco años de misión, se enviará el equivalente a casi 45.000 dvd convencionales de datos.

Una potente cámara digital

Equipada con dos telescopios con longitud focal de 35 metros y un espectómetro para calcular la velocidad radial de las estrellas más brillantes, Gaia cuenta para hacer posible su misión con la cámara digital más grande jamás construida, equipada con 106 detectores CCD, una versión avanzada de los sensores de las cámaras normales.

Cada sensor de Gaia es un poco más pequeño que una tarjeta de crédito y más fino que un cabello humano.

Hoy, en la sede de la ESA en Madrid, responsables de la industria española y científicos involucrados en este proyecto han explicado que éste pretende ahondar en el conocimiento sobre cómo se formó la Vía Láctea y va a suponer un "antes y después" en astronomía

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El Mundo Ciencia

10 de octubre de 2012

Vapor de agua en la formación de estrellas

La nube repleta de vapor de agua al borde de la formación estelar. | ESA
La nube repleta de vapor de agua al borde de la formación estelar. | ESA

Vapor de agua suficiente como para llenar los océanos de la Tierra unas 2.000 veces. Esta es la cantidad que el telescopio 'Herschel' de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) ha encontrado en el Universo. Una gran reserva dentro de una nube de gas y polvo que terminará creando una nueva estrella similar al Sol.

Es un descubrimiento único, ya que hasta ahora, solo se había encontrado agua en el Sistema Solar en diminutos granos de polvo cerca de lugares activos de formación estelar. Sin embargo, la de 'Herschel' se trata de la primera detección de vapor en una nube molecular al borde de la formación de estrellas.

La autora principal del trabajo, publicado en 'Astrophysical Journal Letters', Paola Caselli, ha señalado que "para producir esa cantidad de vapor debe haber una gran cantidad de hielo de agua en la nube". Exactamente "por valor de más de tres millones de océanos de la Tierra congelados", ha apuntado.

Caselli ha señalado que, "antes de estas observaciones, se creía que toda el agua se congeló en granos de polvo porque el Universo era demasiado frío para estar en la fase de gas, así que no podía medir". "Ahora tendrán que revisar esta teoría en esta región densa y, en particular, la importancia de los rayos cósmicos para mantener una cierta cantidad de vapor de agua", ha indicado.

Las observaciones también revelaron que las moléculas de agua están fluyendo hacia el corazón de la nube donde, probablemente, una nueva estrella acabará formándose. "Esto indica que el colapso gravitacional acaba de empezar", ha explicado la investigadora.

Según Caselli, el vapor de agua detectado en la nube, bautizada como L1544, entrará en la formación de la estrella, pero no todo. Otra parte se incorporarán en el disco circundante, proporcionando un depósito de agua rica para alimentar a potenciales nuevos planetas.

"Gracias a Herschel, ahora se puede seguir 'el camino del agua' de una nube molecular en el medio interestelar, a través del proceso de formación de estrellas, a un planeta parecido a la Tierra en donde el agua es un ingrediente esencial para la vida" ha apuntado el científico jefe del proyecto Herschel, Göran Pilbratt.

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El Mundo Ciencia

10 de julio de 2012

Hallazgo de la Agencia Espacial Europea: La mariposa cósmica

La región Vela C, una inmensa región de formación de estrellas. | ESA

La región Vela C, una inmensa región de formación de estrellas. | ESA
El telescopio espacial Herschel de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) ha captado esta vistosa imagen que muestra la región de Vela C. Dos características de la instantánea llaman la atención: una delicada silueta azul y amarilla justo a la derecha del centro de la imagen, recuerda a una mariposa volando hacia una maraña de materia azul, en la esquina inferior derecha.

Vela C es la más grande de las cuatro partes en las que se divide el complejo de Vela, una inmensa región de formación de estrellas a tan sólo 2.300 años-luz del Sol. Su proximidad la convierte en un laboratorio natural ideal para estudiar el proceso de formación de las estrellas.

El telescopio Herschel posee la peculiaridad de estudiar a través de sus sensores de infrarrojo aquellas regiones en las que las jóvenes estrellas han empezado a calentar densos cúmulos de gas y polvo, en los que se gestará una nueva generación de estrellas.

Las dos regiones citadas destacan sobre su entorno porque en ellas el polvo ha sido calentado por las estrellas más jóvenes, de mayor temperatura. 


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El Mundo Ciencia

30 de abril de 2012

Presentan mapa clave en el conocimiento del calentamiento global


El mapa, presentado hoy en la institución científica británica Royal Society, ha sido creado a partir de imágenes tomadas por el satélite CryoSat-2 y muestra de forma dinámica y en detalle el grosor de las capas de hielo del océano Ártico y Groenlandia.

"Desde hace un par de años, la disminución en la extensión de los hielos en el Ártico bate nuevos récords. 

La tendencia es muy clara: se derriten, y mucho más rápido de lo pronosticado", explicó hoy a Efe Volker Liebig, director de los Programas de Observación de la Tierra de la ESA.

"Es posible que antes de mediados del presente siglo, el Ártico esté libre de hielo durante el verano, por lo que será navegable", pronosticó Liebig, quien también destacó la importancia estratégica de esta región, que alberga entre el 15 y el 20 por ciento de las reservas mundiales de gas y petróleo.

Este deshielo acelerado, fruto de la elevación de las temperaturas en las regiones del Ártico en los últimos cincuenta años, acelerará a su vez el calentamiento global, advirtió Liebig.

El satélite CryoSat-2 fue lanzado al espacio en abril de 2010 y supone la primera misión espacial europea dedicada a la monitorización de los hielos árticos, durante un período ampliable de tres años.

Cuando los científicos planificaron su lanzamiento, su objetivo era averiguar si las variaciones que se habían detectado en el manto helado del Ártico respondían al cambio climático o respondían sólo a las distintas estaciones del año, explicó a Efe Duncan Wingham, investigador del Natural Environmental Research Council.

"CryoSat nos proporcionará medidas detalladas para entender la velocidad a la que retrocede el hielo y nos permitirá entender mejor cómo este proceso afecta a la circulación oceánica en el Ártico", afirmó Wingham.

En junio de 2011, CryoSat-2 facilitó las fotografías que permitieron elaborar el primer mapa del grosor del hielo en el océano Ártico, pero esta es la primera vez que se logra un documento de este tipo que tenga en cuenta las variaciones estacionales.

La comunidad científica ya había demostrado la disminución anual de la extensión de los hielos árticos a causa del cambio climático, pero CryoSat-2 mide otro parámetro, el grosor del manto de hielo, tanto en tierra como sobre el océano, que no se había podido medir de forma global hasta ahora.

Para obtener estos datos, el satélite incorpora un altímetro de última generación y es capaz, además, de tomar imágenes a través de las nubes y en la oscuridad, lo que resulta de gran utilidad para retratar una región expuesta a duras condiciones climáticas durante gran parte del año.

Con los resultados de este proyecto, en el que participan alrededor de 150 científicos (una cuarta parte de ellos británicos) pertenecientes a doce universidades y a nueve institutos de investigación, los expertos esperan elaborar mapas detallados de la evolución del grosor del hielo año por año.

La publicación del mapa forma parte del programa de festejos con el que el Reino Unido celebrará el 50 aniversario de su presencia en el espacio, segundo país en lograrlo tras EU y antes de Japón

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23 de marzo de 2012

Hallan 200.000 galaxias en la imagen del cielo con mayor ancho de campo

Galaxias

Foto: ESO

El telescopio VISTA, del Observatorio Europeo Austral (ESO), ha logrado captar 200.000 galaxias lejanas en la que es la imagen profunda del cielo con mayor ancho de campo jamás obtenida. Esta fotografía se ha podido realizar gracias a la luz infrarroja.

Según ha explicado ESO, esta imagen es solo una parte de una colección de imágenes de todos los sondeos de VISTA, totalmente procesadas, que ahora el observatorio está poniendo a disposición de los astrónomos de todo el mundo. Este proyecto, conocido como 'UltraVISTA', se está utilizando para estudiar galaxias distantes del universo temprano así como para muchos otros proyectos científicos.

Para lograr esta captura del cielo, el telescopio VISTA ha combinado más de seis mil exposiciones distintas con un tiempo efectivo total de exposición de 55 horas, tomadas a través de cinco filtros diferentes.

El telescopio VISTA de ESO, ubicado en el observatorio Paranal (Chile), es el telescopio de sondeo más grande del mundo y, hasta el momento, el más potente en sondeos infrarrojos. Desde el inicio de su operación en el año 2009, la mayor parte de su tiempo de observación se ha dedicado a sondeos públicos, algunos de ellos cubriendo amplias partes de los cielos del sur y otros centrados en partes más pequeñas.

Por su parte, el sondeo 'UltraVISTA' se ha dedicado a captar una parte del cielo casi aparentemente vacía que ya ha sido estudiada de manera profunda utilizando otros telescopios, incluido el Telescopio Espacial Hubble (NASA/ESA). Según la ESO, 'UltraVISTA' es el más profundo de los seis sondeos de VISTA y revela los objetos más débiles de esta zona.

De hecho, actualmente se están procesando datos de los sondeos de VISTA --más de 6 terabytes de imágenes-- en centros de análisis de datos repartidos por toda Europa, datos que vuelven al archivo de ESO para ponerlos a disposición de los astrónomos de todo el mundo. Esta última imagen hecha pública de 'UltraVISTA' muestra unas 200.000 galaxias muy distantes que contienen, cada una de ellas, miles de millones de estrellas.

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Europa Press Ciencia

2 de marzo de 2012

La luz de la Tierra reflejada en la Luna permite ‘redescubrir’ la vida

  • Las mediciones pueden servir para buscar bioseñales en planetas extrasolares
  • Los análisis permiten identificar la vegetación, el oxígeno, el ozono y el agua del aire, así como los océanos y las nubes

Para buscar algo es muy útil saber qué aspecto tendrá lo que uno busca. ¿Qué firmas biológicas podrían identificar los científicos que observan los planetas extrasolares? Muchos de esos cuerpos tienen tamaño terrestre y están en zonas alrededor de sus astros donde podría haber agua en estado líquido, pero ¿qué se podría ver desde aquí como prueba de vida allí? Unos astrónomos han ideado una estrategia para identificar marcadores de actividad biológica en la luz de nuestro propio planeta, donde, obviamente saben que existe. Para probarla se han servido de la Luna, apuntando hacia ella el VLT, el mayor conjunto de telescopios terrestres, instalado en Chile, y han analizado la luz reflejada en el satélite natural desde el planeta, logrando reconocer así áreas de vegetación, el oxígeno, ozono y agua del aire así como los océanos y las nubes. Ciertas combinaciones de gases en la atmósfera son indicadores de actividad de seres vivos.

Esquema de las observaciones de la luz de la tierra reflejada en la superficie de la Luna para buscar en ella marcadores de actividad biológica. / ESO / L.CALÇADA

“Hacemos un truco: utilizamos el brillo de la Tierra para observarla como si fuera un exoplaneta”, explica el líder del equipo, Michael Sterzik, astrónomo del Observatorio Europeo Austral (ESO). “El Sol ilumina la Tierra y su luz se refleja a la superficie lunar, que actúa como un gigante espejo que vuelve a reflejarla hacia nosotros, y eso es lo que hemos observado con el VLT”, añade.

La técnica desarrollada por estos investigadores es muy prometedora, asegura el ESO, pero habrá que esperar para probarla en otros sistemas planetarios con telescopios más potentes que los actuales (cada uno de los VLT mide 8,2 metros de diámetro), como el futuro gigante europeo E-ELT, de unos 40 metros de diámetro. Aunque, tal vez, ni siquiera sea suficiente esa enorme máquina astronómica para estos sutiles análisis y haya que esperar a tener nuevos potentes telescopios espaciales que se están planeando. De momento, se trata de ir haciendo pruebas.

La espectropolarimetría, como se llama la técnica empleada por estos científicos, “puede llegar a decirnos si una vida vegetal simple, basada en procesos fotosintéticos, ha emergido en algún otro lugar del Universo”, señala Sterzik, advirtiendo que “desde luego no estamos pensando en buscar hombrecillos verdes o indicios de vida inteligente”.

En la atmósfera terrestre, los principales gases producidos biológicamente son el oxígeno, el ozono, el metano y el dióxido de carbono. Por supuesto todos ellos se pueden producir sin la presencia de vida en el planeta, pero la existencia simultánea de ellos en proporciones determinadas son biomarcadores y eso es los han buscado y analizado Sterzik, Stefano Bagnulo (del Observatorio Armagh británico) y Enric Pelle (del Instituto de Astrofísica de Canarias).

La superficie lunar actúa como un espejo gigante

Con la técnica de espectropolarimetría, en lugar de fijarse solo en cómo brilla la luz reflejada en diferentes colores, se mira también la polarización de la luz, cuando su campo eléctrico y su campo magnéticos tienen una orientación determinada. Con sus análisis, los científicos identifican en áreas locales de la luz terrestre las firmas del oxígeno, del ozono y del agua, datos que utilizan para caracterizar las propiedades de las nubes y de las partículas en suspensión, según explican en la revista Nature.

El experto Christoph U.Keller (Universidad de Leiden, Holanda) advierte en un artículo en Nature que “estamos todavía muy lejos de detectar vida en planetas extrasolares con técnicas de análisis remoto”, pero adelanta que los análisis de este tipo de la luz de astros reflejada por exoplanetas se va a convertir en breve en una herramienta habitual para caracterizar otros mundos.

“La luz de un planeta extrasolar lejano está sobresaturada por el resplandor de su estrella y es muy difícil de analizar, es como intentar estudiar un grano de polvo que está junto a una bombilla encendida”, señala Bagnulo. “Pero la luz reflejada por un planeta esta polarizada, mientras que la de la estrella no, de manera de estas técnicas nos ayudan a aislar esa luz tenue de la del astro”.

Palle, por su parte, aclara que “encontrar vida fuera del Sistema Solar depende de dos cosas: de que exista esa vida y de tener la capacidad técnica de detectarla, y este trabajo es un paso importante para alcanzar esa capacidad”.

Al estudiar en la Luna el color y el grado de polarización de la luz procedente de la Tierra, los tres investigadores han logrado deducir cosas sabidas, pero nunca con esta técnica: que la atmósfera terrestre está parcialmente nublada, que parte de la superficie está cubierta por océanos y que hay vegetación. Incluso han detectado cambios en la cubierta de nubes y la cantidad de vegetación en diferentes partes del planeta, aseguran los expertos del ESO.

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El Paìs Ciencia

22 de febrero de 2012

Una flotilla de satélites para ver cómo es la Tierra por dentro



Ilustración de los campos magnéticos terrestres y la influencia del Sol en ellos, que medirán con precisión los satélites Swarm. / ESA / ESA

Los científicos de la misión espacial Swarm la definen como un viaje al centro de la Tierra, e incluso recuerdan la novela de Julio Verne para ilustrar su investigación. Pero no van a viajar hacia las profundidades, sino al contrario, van a poner en órbita una flotilla de satélites para captar con gran detalle el campo magnético terrestre, en el que podrán leer qué pasa dentro del planeta. Los tres satélites de la flotilla Swarm, de la Agencia Europea del Espacio (ESA), están casi listos para su lanzamiento, fijado para julio.

“Swarm nos proporcionará el mejor rastreo del campo electromagnético y su evolución temporal para adquirir un nuevo conocimiento del sistema terrestre y su entorno”, explicó la semana pasada el danés Eigil Friis-Christensen, investigador principal de la misión, durante una visita a la empresa IABG, en Múnich (Alemania), donde los satélites están pasando las últimas pruebas antes de ir al espacio.

Son tres satélites idénticos, de nueve metros de longitud (incluido un mástil de cuatro metros que se despliega en órbita) y 500 kilos de masa cada uno. En una gran sala limpia de pruebas dos de los artefactos están colocados verticalmente, en la posición que tendrán en la punta del cohete y uno está tumbado ante los ordenadores de los técnicos. Son satélites de forma triangular, poco habitual en los artefactos espaciales.

En IABG los someten a los obligatorios ensayos de vacío, radiación, temperatura, vibraciones, etcétera. Y en ese caso el trabajo se complica porque es muy estricta la protección frente a los campos magnéticos, que pueden alterar los ultrasensibles equipos de a bordo. Por ello, antes de entrar en el inmaculado gran taller, vestidos con los obligados gorros, batas y fundas para el calzado, es obligatorio pasar ante un sensor magnético que detecta si uno se ha olvidado de dejar en el vestuario aparatos como el móvil, el libro electrónico o la tableta.

“Los Swarm no llevan ningún material magnético, absolutamente nada que tenga hierro, y las fijaciones metálicas imprescindibles son de titanio”, explica Hans Bestler, responsable técnico del proyecto. La estructura de los satélites es de fibra de carbono y el mástil desplegable trasero aleja el magnetómetro del cuerpo principal de cada artefacto, donde van algunos equipos que podrían alterar sus lecturas. “Incluso ha habido que evitar algunos materiales como pegamentos y cerámicas que contienen impurezas férricas”, añade Evert Dudok, responsable de equipos de observación de la Tierra de la empresa Astrium, que ha fabricado los Swarm.

El campo magnético de la Tierra —que protege el planeta frente al bombardeo continuo de partículas cargadas emitidas por el Sol— se origina, sobre todo en su interior más profundo, en el gran océano de hierro fundido y rotante de su núcleo, que actúa como la dinamo de una bicicleta y provoca continuos cambios en el campo electromagnético. Pero también las rocas, el océano, la ionosfera y la magnetosfera intervienen. Swarm irá midiendo con una precisión sin precedentes la fuerza, la orientación y las fluctuaciones del campo magnético y, a partir de las variaciones temporales y espaciales registradas, los científicos deducirán los procesos internos del planeta y su estructura. Asimismo, estos satélites permitirán comprender mejor el sistema Tierra-Sol captando con alta resolución el efecto del viento solar.

“La Tierra tiene un complicado campo magnético que influye en nuestra vida y en nuestro clima”, señaló Volker Liebig, director de exploración de la Tierra en la ESA. “Necesitamos mejorar las predicciones del tiempo magnético para proteger satélites en órbita, radiocomunicaciones, sistemas de navegación e infraestructuras eléctricas”, que periódicamente se ven afectadas por tormentas magnéticas desencadenadas por la actividad solar, destacó Vliebig.

La misión Swarm, con un coste de 220 millones de euros (incluido el cohete ruso Rockot que pondrá en órbita los tres satélites) más 30 millones de operación durante los cuatro años de funcionamiento previsto, es heredera de la experiencia adquirida con otros satélites, pero aportando una enorme resolución espacial y temporal gracias a sus sensores de a bordo y a la configuración de flotilla espacial, explicaron los expertos en Múnich.

Dos de los satélites Swarm, alejados unos 125 kilómetros uno de otro, seguirán órbitas contiguas (a 460 kilómetros de altura), de manera que convergerán sobre los polos, viajando a una velocidad de siete kilómetros por segundo, y cruzándose cada 45 minutos. “Los márgenes para evitar las colisiones polares son muy pequeños: unos cinco kilómetros de altura entre un satélite y otro y 10 segundos de desfase temporal”, destacó Bestler. El tercer satélite volará separado y a más altura (530 kilómetros).

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El País Ciencia

6 de febrero de 2012

La sonda 'Mars Express' encuentra pruebas de un antiguo océano en Marte

Recreación del antiguo océano marciano. | ESA

Recreación del antiguo océano marciano.

La sonda 'Mars Express' de la ESA ha encontrado pruebas concluyentes de la existencia de un océano en algún momento del pasado de Marte. Usando un radar, ha detectado sedimentos que recuerdan al fondo del océano dentro de los límites, previamente identificados, de antiguas líneas de costa en Marte.

El radar MARSIS fue puesto en funcionamiento en 2005 y lleva recogiendo datos desde entonces. Jérémie Mouginot, del Instituto de Planetología y Astrofísica de Grenoble (IPAG) y de la Universidad de California en Irvine, y sus colegas han analizado más de dos años de datos y han descubierto que las llanuras del norte del planeta rojo están cubiertas de material de baja densidad.

"Los hemos interpretado como depósitos sedimentarios, tal vez ricos en hielo," afirma Mouginot. "Es un nuevo indicio fuerte de que en algún momento hubo un océano aquí".

Dos posibles océanos

La existencia de océanos en el Marte antiguo ya se ha sospechado antes y las características que recuerdan a las costas han sido identificadas con imágenes desde varias naves espaciales. Pero, aún así, sigue siendo un tema controvertido.

Por el momento, los científicos han propuesto dos posibles océanos: uno de hace 4.000 millones de años, cuando prevalecía un clima más cálido, y otro de 3.000 millones de años atrás cuando el hielo se fundió bajo la superficie después de un gran impacto y creó canales de salida que drenaban el agua hacia zonas de poca elevación.

"El instrumento MARSIS penetra profundamente en el suelo, dejando al descubierto los primeros 60-80 metros de subsuelo del planeta", dice Kofman Wlodek, líder del equipo de radar en el IPAG. "A lo largo de toda esta profundidad, hemos visto evidencias de material sedimentario y de hielo".

Los sedimentos revelados por MARSIS son áreas de baja reflectividad al radar. Estos sedimentos son normalmente materiales granulares de baja densidad que han sido erosionados por el agua y llevados por ella hasta su destino final.

Demasiado efímeros para formar vida

Este océano, sin embargo, habría sido temporal. En un millón de años o menos, según estimaciones Mouginot, el agua o se habría congelado allí mismo y conservado bajo tierra o se habría convertido en vapor y levantado poco a poco en la atmósfera.

"Yo no creo que pudiera haber quedado como un océano el tiempo suficiente como para llegar a formar vida", explica el investigador. Con el fin de encontrar evidencia de vida, los astrobiólogos tendrán que buscar aún más atrás en la historia de Marte, cuando el agua líquida existió durante mucho más tiempo.

Sin embargo, este trabajo proporciona algunas de las mejores evidencias de que hubo alguna vez grandes cantidades de agua líquida en Marte y es una prueba más del papel del agua líquida en la historia geológica marciana. "Esto añade nuevas piezas de información para el rompecabezas, pero se mantiene la pregunta: ¿de dónde vino todo el agua?", se pregunta Mouginot.

Fuente:

El Mundo BBC

24 de enero de 2012

¿Por qué los europeos no podemos mandar un hombre al espacio desde la Guayana?

El programa espacial europeo no se puede decir que esté en su momento más álgido. Y es que en temas tan complejos como estos, cualquier pequeño problema se convierte en una complicación técnica de primer orden, en la que se han de emplear enormes cantidades de dinero. 320 millones de euros cuesta el caso del tema que hoy nos ocupa.

La Agencia Espacial Europea (ESA) lleva tiempo peleando para lanzar al espacio las Soyuz rusas tripuladas desde su centro espacial en la Guayana Francesa. Pero de momento, todo se va a quedar en aguas de borrajas. ¿Y el motivo? Pues uno en el cual quizá podían haber reparado antes de cerrar los contratos: esta plataforma de lanzamiento está construida al lado del mar y las estas naves tripuladas Soyuz no pueden aterrizar en el agua.

De hecho la nave espacial Soyuz siempre suele aterrizar sobre la tierra en el territorio de la antigua Unión Soviética de Kazajistán. Aunque también lo ha hecho en ocasiones sobre el agua: varias Soyuz del programa espacial lunar en los años 60 amenizaron sin problemas en el Océano Indico; y en 1976 incluso hicieron una aterrizaje de emergencia en un lago.

Pero parece que el simple hecho de ver hoy a la Soyuz cayendo al agua causa pánico.

Sin embargo, la Guayana es una zona del globo especialmente idónea para lanzamientos espaciales, ya que al estar cerca del ecuador, estos lanzamientos aprovechan la propia fuerza de la rotación de la tierra, aumentando la capacidad de carga de la nave.

Al estar cerca de la latitud cero, la capacidad de carga útil para llegar a órbitas de transferencia geoestacionaria es casi el doble en comparación con el despegue desde Baikonur, en Kazajistán, o desde Plesetsk, en Rusia, los otros dos sitios de lanzamiento de las Soyuz.

Sin embargo, las Soyuz TMA, el tipo de cápsula tripulada que se suponía sería lanzada desde allí, no disponen de medios para aterrizar en el mar. Con lo cual, y en caso de cualquier tipo de emergencia en el lanzamiento, se corren unos riesgos extras al estar la zona rodeada de agua por ser islas.

La evacuación de la tripulación tras el amerizaje puede ser especialmente complicada y pondría en riesgo la vida de la tripulación. Unas vidas que la Agencia Espacial Europea no está dispuesta a arriesgar.

Sin embargo, algunos expertos afirman que lo que realmente pasa es que la Soyuz no está diseñada para viajar hasta las islas por agua o en avión (le gusta hacerlo por ferrocarril) y que este es el mayor inconveniente aparente, pues habría que rediseñar todos los protocolos de transporte, así como sus cápsulas contenedoras para que no se estropeen los instrumentos por la salitre.

Esta circunstancia se conoce desde 2004 y, a pesar de esto, poco se ha hecho para solucionarla. Sin ir más lejos, un lanzamiento en octubre de 2010 de una nueva Soyuz (no tripulada) tuvo problemas que obligaron a uno de estos aterrizajes de emergencia, con lo cual se demostró la inviabilidad del uso de esta localización para misiones con tripulación.

Este espacio-puerto lleva en funcionamiento desde 1975 para lanzar los cohetes franceses, y está claro que comienza a estar un poco anticuado. En aquella época, claro está, la idea de colaborar con los rusos para poner satélites en el espacio era bastante remota. Desde 2004, sin embargo, existe este proyecto de colaboración, para el cual se han construido instalaciones nuevas, adaptadas a las peculiaridades de las Soyuz.

Lástima que haya que hacer muchos cambios para lanzar capsulas tripuladas, entre las cuales estarían el deforestar un área de un diámetro de 5 kilómetros para posibles aterrizajes de emergencias, además de construir un nuevo ascensor, una nueva cámara de vacío y varias instalaciones más. Con todo, parece que todo esto es más sencillo que volver a diseñar la Soyuz para amerizar en el agua.

En octubre de 2010 se firmaron 18 futuros lanzamientos: de momento, sólo han tenido lugar 2, y estos, tras unos retrasos de varios años. Todos, por supuesto, sin tripulación. Tras la cancelación del programa de lanzaderas de los EE.UU., las Soyuz son la única manera de llevar gente a la Estación Espacial Internacional. Y estos lanzamientos, como vemos, no se realizarán desde la Guayana Francesa.

Como curiosidad, en la zona colindante del centro de lanzamiento está la famosa Isla del Diablo, una de las prisiones más famosas del mundo, hoy lugar turístico… que debe de ser desalojado cuando se prepara cada lanzamiento. Por si acaso, claro.

Vía Space.com y PSB.com.

Tomado de:

Cooking Ideas

NEOShield, el escudo espacial que puede salvar a la Tierra


Diseño artístico de la misión Don Quijote de la Agencia Espacial Europea.

NEOShield es un nuevo proyecto internacional que evaluará la amenaza de objetos cercanos a la Tierra y las mejores soluciones para hacer frente a un gran asteroide o un cometa que tenga una trayectoria de colisión con nuestro planeta.

El proyecto es liderado por el Instituto de Investigación Planetaria (DLR) de la Agencia Espacial Alemana y reunirá los últimos avances científicos, así como la participación de expertos europeos, rusos, estadounidenses y de socios industriales como Astrium.

La compañía será la encargada de pensar el tipo de arquitectura e ingeniera que debe tener este megaescudo para desviar posibles amenazas.

La primera pregunta que surge es: ¿Qué deberíamos hacer con un asteroide amenazante? ¿Golpearlo, desviar su trayectoria?

"Vamos a recopilar toda la información científica con el objetivo de mitigar un posible impacto", explica el director del proyecto, el profesor Alan Harris del DLR.

Es probable que el NEOShield, después de tres años y medio de estudio, sea lanzado al espacio para demostrar y probar su tecnología.

Una amenaza real

La amenaza de un objeto espacial puede parecer lejana, pero los registros geológicos y de observación nos dicen que es real.

En promedio, un objeto del tamaño de un coche entrará en la atmósfera de la Tierra por lo menos una vez al año, produciendo una espectacular bola de fuego en el cielo.

Y cada 2.000 años un objeto del tamaño de un campo de fútbol impactará la Tierra, causando importantes daños locales.

Y luego, cada pocos millones de años, una roca con una circunferencia que se mide en kilómetros, chocará con el planeta produciendo efectos globales.

"Las últimas estimaciones indican que probablemente ya hemos detectado un poco más del 90% de los monstruos que deambulan en el espacio, y ninguno parece que nos vaya a golpear", señala el experto.

Sin embargo, hay una segunda categoría de objetos que merecen una investigación adicional.

Los datos del telescopio Wise de la NASA, sugieren que la mayoría de unos 19.500 objetos de 100 a 1.000 metros de diámetro todavía no han sido identificados ni rastreados.

Estrategias para mitigar un impacto

Cada vez hay más y mejores telescopios que facilitan la detección. Mientras tanto, lo más prudente sería elaborar una estrategia para lo inevitable.

Las opciones más fuertes para mitigar un impacto parecen ser:

Una de las opciones para evitar un impacto es lanzar una nave para que desvíe la trayectoria del asteroide.

Un impactador cinético: Esta misión podría ser como la misión Deep Impact de la NASA de 2005, o la misión Don Quijote que Europa diseñó, pero que nunca se puso en marcha.

La misión consiste en lanzar una vehículo espacial contra la roca o cometa. Este pequeño empujón, según cuándo y cómo se haga, puede cambiar la velocidad de la roca muy ligeramente y su trayectoria.

"La cantidad de restos o material expulsado, producido por el impacto podría disminuir la velocidad del objeto", señala el profesor Harris.

"Por supuesto, esto dependerá de qué tipo de asteroide es. ¿Qué características tiene su superficie? Si es porosa o densa. Esto se podría probar con una misión de demostración", agrega.

Una grúa espacial para remolcar el asteroide

La segunda opción es el llamado Tractor de Gravedad.

La idea consiste en posicionar una nave cerca del objeto para luego usar unos propulsores de iones, de esta manera ambos se mantendrían separados.

"Debido a la atracción gravitatoria entre la nave y el objeto, es posible sacar el asteroide o cometa fuera de su trayectoria. Es usar la gravedad como un cable de remolque", explica Harris.

El tractor gravitoria funcionaría como una grúa espacial que remolcaría al asteroide.

"No es fácil, por supuesto, para tener esos propulsores todavía tenemos que seguir trabajando por lo menos una década más. Además ¿tenemos la certeza de que la nave puede cuidarse por sí misma de forma autónoma durante todo ese tiempo? Esos son los problemas técnicos que tenemos que resolver", subraya.

En ambos escenarios, los efectos son pequeños, pero si se dedican años e incluso décadas los resultados podrían ser lo suficientemente eficaces.

Lo que hemos aprendido acerca de los asteroides, sin embargo, es que no son todos iguales. Diferentes tipos de rocas son propensos a necesitar diferentes tipos de enfoques y estrategias.

La incierta posibilidad de una explosión

Uno de los métodos a menudo discutido, pero sobre el cual hay una gran incertidumbre es desviar la amenaza con una explosión nuclear cerca del asteroide o en su propia superficie.

Los miembros del consorcio ruso NEOShield son proclives a esta opción.

Sin embargo, en la actualidad hay mucho escepticismo sobre este enfoque.

Lanzar un artefacto al lugar correcto sería muy difícil. Además, dependiendo de la composición del objeto, los resultados serían impredecibles.

Todavía se necesitan datos más confiables y el TsNIIMash, el brazo de ingeniería de la agencia espacial rusa (Roscosmos), está trabajando en ello.

"Lo que queremos hacer es tener una visión integral para tratar de reunir todo lo que sabemos sin importar el lugar, reunir la experiencia de cada agencia y país para enfrentar un posible impacto", comenta Ralph Cordey, de la filial de Astrium en el Reino Unido.

Harris agrega: "Al final de todo este proceso queremos ser capaces de decir a los organismos espaciales: si están interesados en un programa para mitigar el impacto de un asteroide, esto es lo que pensamos. Seis países participan en nuestro consorcio. Los políticos tendrán todas las opciones en la mesa. Lo que tienen que hacer es decidir si ejecutar o no la misión".

Fuente:

BBC Ciencia

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13 de septiembre de 2011

Nuevo récord de descongelación del casquete polar ártico

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Foto: ANDREAS TILLE/WIKIMEDIA COMMONS

La capa de hielo que cubre el Océano Glacial Ártico registró este verano un nuevo récord de descongelación, según el informe del Instituto de Física Medioambiental de la Universidad de Bremen, que precisado que esta situación no se debe al factor estacional, sino como efecto del proceso de calentamiento global.

El científico Georg Heygster ha explicado que "la superficie helada en verano se ha reducido desde 1972 en un 50 por ciento", lo que supone que, este año, el hielo cubre "sólo 4,24 millones de kilómetros cuadrados".

Según Heygster, en esta situación implica también que "los seres vivos que ocupan el ecosistema bajo la capa de hielo y que son el punto de partida de la cadena alimenticia, también para los humanos, tienen cada vez menos espacio vital".

A finales de agosto, la Agencia Espacial Europea (ESA) anunció que el derretimiento de los hielos árticos había dejado más abiertos que nunca dos grandes canales de navegación, el llamado paso noroeste de Canadá y la ruta del Mar del Norte de Rusia. Aunque los dos canales suelen despejarse en el verano, normalmente no es lo suficiente como para que sean transitados por grandes buques, como sí ha ocurrido este año.

Mientras los científicos se preocupan con esos datos, las empresas navieras buscan los efectos positivos que podría tener para la navegación, en caso de que sigan abriéndose canales de esa manera. Sin embargo, grupos ecologistas temen que las facilidades de navegación permitan la explotación de recursos pesqueros y minerales que actualmente están fuera del alcance humano.

Fuentes:

Europa Press Ciencia

El Mundo Ciencia

Las galaxias no necesitan chocar para que se formen estrellas

Foto de la Noticia

Foto: ESA


El telescopio espacial Herschel de la ESA ha descubierto que las galaxias no necesitan chocar entre sí para desencadenar el proceso de formación de estrellas. Estos resultados derrocan una antigua hipótesis y describen un proceso de evolución mucho más majestuoso.

Este descubrimiento está basado en las observaciones realizadas por Herschel en dos regiones del firmamento, cada una de un tamaño aparente equivalente a un tercio de la Luna llena.

Es como observar la historia del Universo a través del agujero de una cerradura - Herschel ha estudiado más de mil galaxias, cada vez más distantes, recorriendo un 80% de la historia del cosmos.

"Las colisiones sólo juegan un papel decisivo en aquellas galaxias que todavía no albergan una gran cantidad de gas, aportando el material necesario para desencadenar altas tasas de formación de estrellas", aclara Elbaz.

Esto es lo que se puede observar en las galaxias de hoy en día, que tras haber estado formando estrellas durante más de 10 mil millones de años, han agotado la mayor parte de sus reservas gaseosas.

Esta investigación ofrece una explicación mucho más majestuosa para el proceso de formación de las estrellas, según la cual la mayor parte de las galaxias van creciendo de forma lenta y natural a partir del gas que atraen de sus alrededores.

"Herschel fue diseñado para estudiar el proceso de formación de las estrellas a lo largo de la historia cósmica", aclara Göran Pilbratt, Científico del Proyecto Herschel para la ESA. "Estos nuevos resultados cambian por completo nuestra percepción de la historia del Universo".

Fuente:

Europa Press

26 de julio de 2011

Investigación de la ESA: Tormenta sobre Saturno

Encélado descarga vapor de agua sobre Saturno.|ESA

Encélado descarga vapor de agua sobre Saturesno.|ESA

El observatorio espacial 'Herschel', de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha logrado captar una gran tormenta de vapor de agua que la luna Encélado ha descargado sobre su planeta, Saturno. El hallazgo desvela un misterio que durante 14 años había traído de cabeza a los astrónomos, que no sabían explicarse el origen del agua que hay en la capa superior de la atmósfera del planeta de los anillos.

Encélado sería, a tenor de este descubrimiento, la única luna del Sistema Solar en la que se ha detectado que puede influir en la composición química de su planeta, algo que, desde luego, no ocurre con la Luna de la Tierra.

Gracias al 'Herschel' se ha detectado que expele unos 250 kilogramos de vapor de agua por segundo, en un gran número de chorros de propulsión que salen desde su polo sur, una región conocida como 'Tiger Stripes', o 'las rayas del tigre', debido a las marcas que se observan en su superficie. El agua va formando un anillo de vapor en torno al planeta anillado. En total, la tormenta tiene una anchura de 10 veces el radio de Saturno, aunque sólo en el equivalente a un radio es realmente densa.

La luna Encélado, un satélite que fue descubierto en 1789 por William Herschel, se mueve alrededor de su planeta a una distancia de unos cuatro radios. A pesar del enorme tamaño de la tormenta, hasta ahora había escapado a la observación de los astrónomos porque el vapor de agua es transparente a la luz visible y por ello han sido necesario utilizar instrumentos que detectan longitudes de onda infrarrojas, como los que lleva a bordo 'Herschel'.

Modelo informático

Aunque se sabía desde hace mucho que la atmósfera de Saturno tiene vapor de agua en sus capas profundas, fue en 1997 cuando se supo que también lo había en la más externa, aunque se desconocía la razón. Gracias a modelos de ordenador se ha demostrado que entre el 3% y el 5% del agua que expele Encélado acaba sobre Saturno. "No hay analogía a este comportamiento en la Tierra", ha asegurado Paul Hartogh, del Instituto Max Planck de Alemania, que ha colaborado en los resultados. "No hay cantidades importantes de agua que lleguen a nuestra atmósfera desde el espacio", concluye el científico.

El 95% restante de ese agua se pierde en el Universo, se congela en los anillos o cae sobre las otras lunas de Saturno. Sin embargo, lo poco que llega es suficiente no sólo para que haya agua, sino también otros compuestos adicionales, como el dióxido de carbono. Además, ese agua puede llegar a los niveles inferiores de la atmosfera, aunque se condensa allí en nubes tan pequeñas que no se pueden observar.

El 'Herschel', que fue lanzado al espacio en 2009, también fue el observatorio que descubrió vapor de agua en la atmósfera saturnina. Más adelante, la misión conjunta de la NASA y la ESA Cassini/Huygens localizó los chorros de propulsión en Encélado.

Fuente:

El Mundo Ciencia

25 de julio de 2011

'Si EEUU fue a la Luna en solitario en los años sesenta, podremos ir a Marte en 2035'

Personajes: Jean-Jacques Dordain, director general de la ESA

Dordain, durante su visita a España, el pasado martes. | Sergio González.

Dordain, durante su visita a España, el pasado martes.

Intentó ser astronauta aunque nunca llegó a volar al espacio. Jean-Jacques Dordain (Francia, 1946) ha logrado, eso sí, llegar a lo más alto en la Agencia Espacial Europea (ESA), organización que dirige desde julio de 2003.

El ingeniero francés, que esta semana ha visitado La Granja (Segovia) para participar en los cursos de verano de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), conversó con ELMUNDO.es sobre los retos a los que se enfrenta el sector espacial. Y es que los recortes presupuestarios y la reforma de la NASA, que cerrado esta semana un importante capítulo de su historia al jubilar la flota de transbordadores, han sumido a la carrera espacial en una etapa de incertidumbre.

"No tengo dudas de que EEUU seguirá siendo el líder indiscutible en el espacio"

A pesar de ello, el director general de la ESA no tiene dudas de que EEUU seguirá siendo el líder indiscutible en la carrera espacial: "La mejor manera de continuar su liderazgo es seguir invirtiendo a un nivel superior que los demás, y eso es lo que están haciendo". "El problema actual es que cuando decidieron acabar con el programa de transbordadores –que en mi opinión fue una buena decisión– estaba vigente el programa Constelación. Según este proyecto, el sucesor de los 'shuttle' hubiera estado disponible mucho antes. Ahora habrá que esperar varios años para tener un sustituto, pero no hay ninguna duda sobre su liderazgo".

Europa se queda sin los 'shuttle'

Respecto a las consecuencias que para Europa tendrá la retirada de la flota de 'shuttle', Dordain afirma que va a plantear varios problemas para la ESA, pues ya no podrá contar con ellos para trasladar componentes e instrumentos a la Estación Espacial Internacional (ISS), como ha hecho en más de la mitad de las 135 misiones que han llevado a cabo los transbordadores. "Sin el 'shuttle', además, ya no podremos trasladar grandes piezas ni traer de vuelta a la Tierra grandes componentes". Los astronautas europeos, señala, no se verán muy perjudicados ya que podrán seguir volando en las naves rusas Soyuz.

"Personalmente creo que la Luna es el siguiente paso. Pero si EEUU considera que es mejor ir directamente a un asteroide o a Marte, debemos acompañarles"

¿Y cuál va a ser el siguiente destino para una misión tripulada? "Personalmente creo que la Luna es el siguiente paso. Pero si EEUU considera que es mejor ir directamente a un asteroide o a Marte, debemos acompañarles al destino que elijan. Los europeos no podemos ir solos a la Luna, a Marte o a un asteroide. Necesitamos a EEUU y al resto de socios, como Rusia, China y Japón, y por eso creo que el destino debería ser consensuado. Así que preferiría que la NASA eligiera su objetivo con sus socios en lugar de hacerlo en solitario e imponerlo", afirma.

Mientras tanto, la ESA colabora en la preparación de esta gran misión con misiones como Mars500, en la que seis voluntarios (tres rusos, dos europeos y un chino) simulan en Moscú las condiciones que se darían en un hipotético viaje al planeta rojo: "Para mí es un proyecto fantástico. Estamos aprendiendo mucho sobre cooperación entre personas de diferentes nacionalidades y sobre el comportamiento humano cuando no hay comunicación terrestre (siempre transcurren 15 minutos desde que emite la señal en la Tierra y se recibe en Marte, y viceversa). Cuando los astronautas van a la Luna o a la ISS pueden llamar directamente a la Tierra si surge un problema. Sin embargo, si ocurre una emergencia durante una misión a Marte la tripulación deberá tomar sus propias decisiones. Y eso supone una diferencia muy importante", explica.

Recortes presupuestarios

"Marte ha estado ahí durante 5.000 millones de años así que cinco años de retraso no supondrá una gran diferencia para la humanidad"

Dordain se muestra optimista y sí ve posible que con la inversión actual el hombre pueda llegar a Marte hacia el año 2035, como propuso el presidente de EEUU, Barack Obama: "En los 60, EEUU consiguió ir en solitario a la Luna en menos de 10 años. ¿Cómo podemos decir en el siglo XXI que no podremos ir a Marte dentro de 15 años? Yo creo que sí será posible hacerlo, aunque el problema son las prioridades. Si lo logramos en 2040 en lugar de 2035 no cambiará la evolución de la humanidad. Marte ha estado ahí durante 5.000 millones de años así que cinco años de retraso no supondrá una gran diferencia", señala.

Y es que los mayores obstáculos que se presentan para llevar a cabo una futura misión a un asteroide o a Marte es precisamente la financiación. Dordain asegura que entiende la complicada situación pero subraya que "las dificultades económicas no deben conllevar una reducción de la inversión en el espacio". De hecho, señala que "los grandes contribuyentes, como Alemania y Francia, están dedicando más recursos porque invertir en el espacio es invertir en el futuro".

Servicios al ciudadano

En cualquier caso, aunque Dordain cree que las misiones tripuladas son importantes como modelo de cooperación internacional, no son el objetivo más importante a corto plazo: "En la ESA nuestra principal prioridad ahora es aumentar el conocimiento de la Tierra y de todos los aspectos relacionados con el cambio climático. En segundo lugar, ofrecer a los ciudadanos servicios para mejorar su calidad de la vida (sistemas de navegación, meteorología, telecomunicaciones, etc.) y ayudar a la industria espacial europea a que sea la más competitiva en el mundo".

"Si apagáramos todos los satélites durante día, habría un caos total en la Tierra'

La ESA también quiere mejorar la comunicación a la sociedad de los avances que se producen gracias a la investigación espacial: "La mejor forma para convencer a la población sería apagar todos los satélites durante un día. Habría un caos total en la Tierra. Ningún taxista de París podría llegar a su destino porque todos usan las señales de GPS. No habría previsión meteorológica ni sistemas de comunicación. Si ese día se celebrara la final de la Copa del Mundo, por ejemplo, nadie podría seguir la retransmisión, y así podríamos seguir poniendo ejemplos. Todos los ciudadanos usan el espacio cada día, aunque no lo sepan. Para ellos trabajamos", asegura.

Fuente:

El Mundo Ciencia

8 de julio de 2011

Telescopio "Integral" cuestiona los principios de la gravedad cuántica


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Gamma-ray burst
Explosión de rayos gamma

Las observaciones del telescopio de rayos gamma de la ESA, Integral, ponen en duda las bases de la física posterior a Einstein, al demostrar que la granularidad cuántica del espacio tiene una escala mucho menor de lo que se pensaba.

La Teoría de la Relatividad General enunciada por Albert Einstein describe las propiedades de la gravedad y asume que el espacio-tiempo es suave y continuo. Por otra parte, la Mecánica Cuántica sugiere que el espacio presenta una estructura granular en las escalas más pequeñas, como la arena en una playa.

Uno de los principales retos de la física moderna es conciliar estos dos conceptos en una única teoría, conocida como gravedad cuántica.

Los resultados de las observaciones realizadas por el satélite Integral de la ESA imponen unos nuevos límites para el tamaño de estos gránulos cuánticos, demostrando que tienen que ser mucho más pequeños de lo que predecían las hipótesis actuales.

Según los cálculos, la presencia de estos gránulos microscópicos debería alterar la forma en que se propagan los rayos gamma por el espacio, cambiando la dirección en la que oscilan, una propiedad conocida como polarización.

Los rayos gamma de alta energía deberían ‘retorcerse’ más que los de baja energía, y la diferencia en su polarización podría ayudar a estimar el tamaño de los gránulos cuánticos.


Integral: el observatorio de rayos gamma
Philippe Laurent y su equipo de CEA Saclay han utilizado los datos generados por el instrumento IBIS de Integral para buscar diferencias en la polarización de los rayos gamma de alta y baja energía emitidos durante uno de los destellos de rayos gamma (GRBs) más intensos jamás detectado.

Los GRBs tienen su origen en los fenómenos más violentos del Universo. Se piensa que la mayoría de los GRBs se generan cuando una estrella muy masiva colapsa en una estrella de neutrones, o cuando un agujero negro se alimenta de los restos de una supernova. Estos fenómenos tan energéticos emiten un gran pulso de rayos gamma que dura apenas unos pocos segundos o minutos, pero que llega a brillar más que galaxias enteras.

El GRB 041219A se produjo el 19 de diciembre de 2004, y se catalogó inmediatamente dentro del 1% de los GRBs más intensos jamás detectados. Su brillo fue tan intenso que Integral pudo medir con precisión la polarización de sus rayos gamma.

Laurent y su equipo buscaron diferencias en la polarización de los rayos gamma a distintos niveles energéticos, pero no fueron capaces de detectar nada dentro de los límites de resolución de los datos. 10-35 metros (un milímetro equivale a 10-3 metros).

Los datos adquiridos por Integral, cuya resolución es unas 10 000 veces mejor que la de cualquiera de sus predecesores, sugieren que la granularidad cuántica debe ser del orden de los 10-48 metros, o incluso menor.

“Estos resultados son muy importantes para la física fundamental, y permitirán descartar algunas de las hipótesis de la teoría de cuerdas y de la gravedad cuántica de bucles”, explica Laurent.

Integral realizó una observación similar en el año 2006, al detectar una emisión polarizada procedente de la Nebulosa del Cangrejo, los restos de una supernova que se encuentran a tan sólo 6500 años luz de la Tierra, en nuestra propia galaxia.

Esta segunda observación, sin embargo, aporta menos información, ya que se estima que el GRB 041219A se originó a unos 300 millones de años luz de la Tierra, y el giro debido a los gránulos cuánticos se va acumulando a medida que los rayos viajan por el espacio, hasta alcanzar una magnitud detectable.

Como ninguna de estas dos observaciones ha permitido detectar variaciones en la polarización de los rayos gamma, se piensa que los gránulos cuánticos tienen que ser más pequeños de lo que sugerían las primeras hipótesis.

“La física fundamental puede que sea una de las aplicaciones menos evidentes de los datos de Integral”, explica Christoph Winkler, Científico del Proyecto Integral para la ESA, “pero nos ha permitido dar un gran paso en el estudio de la naturaleza del espacio”.

Ahora es el turno de los físicos teóricos, que deberán revisar sus teorías a la luz de estos nuevos resultados.

Fuente:

Portal ESA (España)
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