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12 de marzo de 2015

Perú: Peligrosa luz verde a plaguicidas tóxicos

Por Alejandra Alayza Moncloa


Mucha presidencia de la COP20 y compromiso climático, pero parece que luego de la partida de los visitantes climáticos, el gobierno ha suspirado aliviado y algunos sectores vuelven a hacer de las suyas. Esta semana la ONG DAR ha alertado de dos peligrosas movidas en el Ejecutivo vinculadas con la facilitación del ingreso y uso de sustancias que afectan el ambiente y la lucha contra el cambio climático como la salud de los peruanos.
 Recientemente el Ministerio de Producción-Produce habría flexibilizado los requerimientos para el ingreso de productos con fuerte impacto en la capa de ozono. Así, mediante el DS N° 003-2015-Produce, se modificaron importantes disposiciones para la aplicación del Protocolo de Montreal relativo con las sustancias que agotan la capa de ozono, eliminando importantes requisitos y facilitando el ingreso de peligrosas sustancias.
 Por su parte, el Ministerio de Agricultura -Minagri también habría hecho de las suyas, con la promulgación del Reglamento del Sistema Nacional de Plaguicidas de Uso Agrícola (DS N° 001-2015-Minagri). Este ha autorizado la comercialización y uso de plaguicidas químicos de uso agrario, catalogados por la Organización Mundial de la Salud – OMS como extremada y altamente peligrosos, por ocasionar graves problemas de intoxicación, contaminación de ríos, suelos y lagunas. Pero ojito: el reglamento prohíbe la importación y distribución de estos productos a los programas del Minagri, dejando libre al resto de empresas agrarias para su uso.   
¿Más producción, pero con menos estándares para la gente y el ambiente? Estos no parecen ser los negocios “modernos” que tanto pretenden. La reforma muestra el balance de poderes y pesos específicos en el Ejecutivo, productividad versus salud y sostenibilidad: Produce  y Minagri versus MINSA y MINAM. ¿Quién gana con estas reformas? Seguramente hay empresas con nombre propio. Comercializadoras, conglomerados agroindustriales, etc. Pero, ¿quién pierde? Perdemos todos, los consumidores, la salud de los trabajadores agrarios, el ambiente y la lucha contra el cambio climático. Así no, pues. 
Fuente:
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