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2 de agosto de 2013

La vida de estrellas de los primeros monos 'astronautas'


"Casi inmediatamente después de volver del espacio, Able y Baker fueron tratados de manera diferente y se convirtieron en lo que se sospecha que fue una campaña de relaciones públicas masivas de EEUU para promover los viajes espaciales, convirtiendo a estos primates en 'celebrities' involuntarias". Así resume Jordan Bimm, de la Universidad de York (Toronto), la insólita vida de los primeros primates que viajaron al espacio y volvieron con vida, en un artículo que se acaba de presentar en el 24º Congreso Internacional de la Historia de la Ciencia, Tecnología y Medicina (iCHSTM) de la Universidad de Manchester. 
Able y Baker fueron lanzadas al espacio por la NASA el 28 de mayo de 1959 en una de las expediciones previas a que se enviaran las primeras misiones tripuladas por astronautas humanos.
Desde el punto de vista científico, la expedición fue un éxito y a partir de ese momento, estos simios se despidieron de su vida animal y comenzaron a ser tratados como si fueran personas.

Nada más volver del espacio, Able y Baker fueron presentados a la prensa en la sede de la NASA en Washington DC. La prensa, los funcionarios de la agencia espacial astadounidense e incluso los médicos militares les trataban como a seres humanos, con sus privilegios y obligaciones. Tanto es así que dos semanas después de su regreso aparecieron en la revista 'Life'.

Able se sometió a una operación rutinaria para quitarle un electrodo que se le había implantado con anterioridad. Murió a causa de la anestesia a pesar de que al implantárselo había recibido una dosis similar sin problema. "Los intentos desesperados de los médicos para salvarla y la forma en que estos momentos fueron capturados por los periodistas, así como su posterior presentación a modo de ensayo fotográfico, eran fenómenos generalmente reservados para las personas, pero Able fue tratada más como un ser humano que como un animal, sobre todo porque el Gobierno de los EEUU quería que ver a largo plazo cómo le afectaba el viaje espacial," explica Bimm.

Una mona interpreta a Able en la película 'Noche en el museo'. | NASA

Una mona interpreta a Able en la película 'Noche en el museo'. | NASA

Una vida de 'celebrities'

Sin embargo, aquí no acabó el salto a la fama de Able ya que, tras su muerte fue exhibida en el museo Smithsonian de EEUU. La presentaron con una mano en el pecho y la cabeza mirando al cielo. En 2009 apareció como personaje de la película 'Noche en el museo'.

A Baker, por su parte, le esperaba una longeva vida mediática. En 1962, mediante una ceremonia de "boda", Baker se casó con un mono ardilla macho llamado 'Big George'. No se sabe bien las razones, pero Baker nunca tuvo descendencia.

En 1984, esta mona murió a la sorprendente edad de 27 años y fue enterrada en el museo 'Space and Rocket Center' de Alabama, bajo una lápida con un epitafio en el que aparece con el nombre de Miss Baker.

Según explica Jordan Bimm, "han sido muchos los animales enviados al espacio, pero no nos acordamos de ellos en absoluto, a menos que exista cobertura en los medios. Solo un pequeño porcentaje se populariza, y se tiende a pensar en estos como si tuvieran algún tipo de estatus humano honorario en virtud de su aportación con la ciencia".

Sin embargo, para el autor del estudio, esta fantasía humana con fines publicitarios encubre la violencia a la que se está sometiendo a estos animales, haciendo que parezca, a base de intentar convertirlos en humanos, como si ellos hubieran elegido su destino.

Fuente:

El Mundo Ciencia
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