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15 de julio de 2010

Argentina debate la protección de sus glaciares

Jueves, 15 de julio de 2010

Argentina debate la protección de sus glaciares

La cámara de Diputados del Congreso argentino aprobó la madrugada de este jueves una iniciativa de ley para proteger los glaciares.

La ley prevé sanciones para quienes generen daños al medio ambiente en zonas glaciares. También contempla la realización de un inventario nacional de hielos, que permitiría delimitar qué zonas deben ser protegidas.

Parque Nacional Los Glaciares, en Patagonia, Argentina

El Congreso argentino aprobó la Ley de Protección de los Glaciares.

La ley básicamente retoma un texto que fue vetado en el 2008 por el Ejecutivo, pero incorpora elementos de una propuesta paralela presentada por un senador del partido de gobierno.

Los cambios, sin embargo, no fueron suficientes para conseguir el apoyo del oficialismo, lo que hizo que los debates sobre la ley se extendieran por más de 8 horas.

Al final, la iniciativa fue aprobada con 129 votos a favor y 86 en contra. Ahora tendrá que ser discutida por el Senado.

Según la periodista de BBC Mundo en Argentina Verónica Smink, las discusiones sobre la ley se dan en medio de una polémica por el comienzo de un proyecto minero en la frontera con Chile.

El ambientalista Javier Rodríguez Pardo, de la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC), le dijo a BBC Mundo que, en su opinión, la nueva ley no podrá evitar que las grandes mineras continúen haciendo daño.

"En tanto siga rigiendo el actual Código de Minería, quienes deberán determinar si se están cometiendo abusos son las autoridades provinciales, y ellos tienen convenios con las propias mineras", acusó.

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Viejo debate

El proyecto de ley fue impulsado por el diputado Miguel Bonasso, titular de la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano de la Cámara baja.

Un vocero de Bonasso le dijo a BBC Mundo que el nuevo proyecto de ley presentado por el legislador es una versión "ampliada y mejorada" de una propuesta que el Congreso aprobó por unanimidad en 2008.

Pero, tras su aprobación legislativa, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner la vetó, afirmando que debía votarse una nueva ley "superadora" de aquella sancionada.

Para la oposición el motivo de la decisión presidencial fue claro: apodaron la medida el "veto Barrick", en referencia a la minera canadiense Barrick Gold, que había firmado un contrato con el gobierno argentino en 2006 para instalar la mina Pascua Lama en la cordillera de los Andes.

El proyecto, compartido con Chile, prevé una inversión de US$2.400 millones y consiste en una explotación de oro, plata y cobre a cielo abierto sobre el límite binacional, a la altura del Valle del Huasco en Chile y la provincia argentina de San Juan.

Según Rodríguez Pardo, el proyecto afectará cuatro importantes glaciares de superficie del lado chileno, y unos 40 glaciares de roca, además de otras formaciones de agua, del lado argentino.

Por su parte, Karina Quispe, de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), advirtió sobre los riesgos de la explotación minera en una zona de glaciares.

"Cualquier alteración al ecosistema podría poner en peligro la fuente de agua dulce en la región", señaló a BBC Mundo.

Intereses mineros

Según los impulsores de la ley, algunos gobernadores de provincias mineras son dueños de empresas que abastecen a las mineras multinacionales.

Glaciar

Los glaciares también son amenazados por el calentamiento global.

Hace unos días, Bonasso junto con otras dos diputadas de la opositora Coalición Cívica solicitaron a la Justicia que investigue un posible "tráfico de influencias" entre la presidenta Fernández y Barrick Gold.

El pedido se formuló luego de que la mandataria se reuniera en la cumbre del G-20 en Toronto, Canadá, con los máximos ejecutivos de la empresa.

La foto de Fernández junto a Peter Munk, cabeza de Barrick, generó enorme repudio entre los opositores del gobierno y los ambientalistas.

"Pascua Lama utiliza 1.000 litros de agua por segundo para realizar su explotación. Es imposible que acceda a este caudal de agua sin derretir los glaciares", insistió Rodríguez Pardo.

"No es sólo el uso del agua dulce. La empresa también utiliza sustancias peligrosas, que dejan residuos en la parte alta de la cuenca", consideró por su parte Quispe, quien recordó que se trata de una región desértica.

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BBC Ciencia

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