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13 de diciembre de 2008

Canadá: Un científico creó robot que sería una "novia perfecta"

Especial: Robots

Canadá: Un científico creó robot que sería una "novia perfecta"


Un joven programador japonés diseñó a Aiko, una robot de bella figura capaz de hablar distintos idiomas (puede decir hasta trece mil frases), y responder con dulzura al contacto físico. Además puede trabajar todo el día sin descanso, llevar las finanzas del hogar y realizar complejas operaciones matemáticas.

Le Trung, un científico japonés radicado en Canadá y creador del proyecto, lleva dos años trabajando en "Aiko" su creación más importante. Hasta ahora le costó 14 mil libras (cerca 21 mil dólares) y un ataque cardíaco.


Aparenta tener unos 33 años de edad, bien vividos.

Le Trung no se anduvo con rodeos. En lugar de buscarse una novia, o quizás luego de buscar una y no encontrarla, tomo su caja de herramientas, un buen puñado de componentes electrónicos y un álbum de fotos de una ex novia vietnamita de su juventud, y construyó Aiko. Aiko, digámoslo sin rodeos, es un robot mujer, con una función absolutamente clave para Trung: la de compañera sexual.

Aiko es, al menos para su trasnochado inventor, "la mujer perfecta". El fembot mide 1.52 centímetros de alto, tiene 82 centímetros de busto (podría haber sido un busto más generoso, ¿no creen?), 57 centímetros de cintura y 84 centímetros de cadera. Dicen los que saben que aparenta tener unos 33 años de edad, y lo mas retorcido de todo, es que su cara y aspecto general está calcado del de una ex novia del rompecorazones (robóticos) Le Trung que, como él, nació en Vietnam.

El software que da ¿vida? a Aiko demoró apenas 45 días en estar listo. Aquí tenemos que, forzosamente, preguntarnos si tan corto plazo obedece a que el canadiense es un genio programando, o bien a que solo le enseño a decir “oh, yes” y “oh, my God!” con voz de actriz porno. Sea como fuese, Trung se tomó otros dos años para que su invento reconozca la escritura, distinga los colores, detecte la presión en algunos lugares de su estructura (sí, claro, algo indispensable para un robot sexual que se considere superior a una muñeca hinchable) y haga algunas morisquetas con su rostro mientras dice “te quiero”.

Parece que incluso cuida el perro

El cacharro ya fue presentado en sociedad. Efectivamente, el mes pasado Le Trung cogió a Aiko y la llevó al "HobbyShow” de Toronto, una especie de súper feria de ciencias. Solo podemos imaginarnos las caras de los demás participantes cuando el inventor saco a la robot de la maleta. Se supo que para mantener las apariencias mientras estaba fuera de casa, y ante el manoseo indebido de su cuerpo, Aiko reaccionaba defendiéndose, tal como lo haría cualquier muchacha vietnamita de treinta y tres años cuyo novio inventa fembots en los ratos libres.

Según Le Trung "la experiencia de interactuar con la robot es única, ya que nadie esperaría una calidad de respuesta tan natural de una androide". Casi casi, dan ganas de tener una. De hecho, y a pesar de que el chisme cuesta alrededor de los 15 mil euros (unos 60 mil nuevos soles), puede que hasta sea más económico que una novia de carne, grasa y hueso, ya que a la hora de la separación no intentará quedarse con el piso o el coche. Además, entiende ordenes en inglés y japonés, algo que posiblemente nuestra novia no hace ni hará nunca (lo de “obedecer”, digo.)

¡Aiko usa peluca!

A la hora de intentar vender su invento, Le Trung sostiene que Aiko puede servir muy bien como compañía para personas mayores (se acabo aquello de ir de put@s con el abuelito) o niñera para los más pequeños. Pero si eres un adulto, la puedes pedir especialmente configurada para que responda a tus particulares preferencias sexuales, e incluso, puede "fingir un orgasmo”. Lo que se dice, ¡una robot totalmente realista!

No tenemos idea si se comercializarán alguna vez en España o en Perú, o si la dejaran pasar por la aduana cuando la compremos en eBay. Por lo pronto, ya podemos imaginar cuál fue la respuesta de Le Trung cuando le preguntaron “¿Tendrías sexo con un robot?"

Además...

La mujer robótica le lee los diarios a su "marido" y le da indicaciones cuando él maneja con rumbo incierto. Aiko no come, no duerme, no se queja y no tiene mamá, destaca un feliz Trung.

Sobre cómo la sociedad tomara esta particular relación, Trung dijo al Daily Mail que "las personas tienen reacciones distintas cuando conocen a Aiko. Algunos la aman, otros la odian. Algunas personas se enojan y me acusan de jugar a ser Dios", finalizó.

Fuentes:

Terra - España

NeoTeo.com

Proyecto Aiko - Web Oficial
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